5 ideas de recetas baratas y sanas para tus menús diarios

Planificar las comidas de cada día puede ser desesperante. Por eso, te queremos ayudar con estas recetas: no solo son económicas y fáciles, también están... ¡Buenísimas!

Marta Sánchez
Marta S. Galindez

Periodista especializada en gastronomía

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5 ideas de recetas baratas para tus menus diarios

Cuánto cuesta pensar en el menú de todos los días! Tiene que ser variado, rico, sano... Y por supuesto, económico. Como sabemos que no es fácil hacer que todo encaje, hoy te proponemos apuntarestas 5 recetas baratas para tus menús diarios que harán que tu presupuesto semanal no se resienta.

¿Cuál es el truco para bajar el precio de los platos? Muy sencillo: adoptar las costumbres de nuestras madres y abuelas. Aprovechar los cortes más "feos" de las carnes (igualmente sabrosos y más baratos), evitar los ultraprocesados y la comida rápida, tirar de congelados y sacarles chispas a las legumbres. 

Es lo que hemos hecho en estas recetas que encontrarás a continuación. Aparte, otra idea buenísima es aprovechar las sobras. No te pierdas estas 12 recetas para aprovechar las sobras del pollo asado, o estas 7 recetas para aprovechar el arroz blanco. ¡Nos encantan!

1. Espaguetis con guindilla, ajo y parmesano

ESPAGUETIS CON GUINDILLA, AJO Y PARMESANO.

La pasta es el recurso ideal para hacer platos saciantes y que gustan a todo el mundo. Pero en lugar de llenarla de salsas y otros ingredientes que encarecen las recetas (y disparan las calorías), en estos espaguetis con guindilla, ajo y parmesano hemos apostado por la sencillez.

Solo hay que cocer la pasta al dente y saltearla con aceite de oliva virgen extra, ajo laminado y guindilla. Corona el plato con un puñado de parmesano... Y convencerán a cualquiera. 

2. Arroz con espinacas y guisantes

ARROZ CON ESPINACAS Y GUISANTES

Las verduras congeladas de calidad conservan todas las propiedades de las frescas, y cunden más. Salen más económicas y son perfectas para preparar primeros platos como este arroz con espinacas y guisantes,  que puedes enriquecer con otros ingredientes.

La preparación es sencilla: cuece las espinacas y los guisantes y tritúralas para hacer una crema.  Aparte, cocina arroz integral en caldo de verduras (si las usas frescas, aprovecha el agua de la cocción) y añade un sofrito de ajo y cebolla. Mézclalo con las verduras; tal cual está buenísimo, pero también puedes añadir unas lascas de queso, salmón ahumado...

3. Sopa de cebolla, el clásico francés

PASO A PASO PARA REALIZAR SOPA CLÁSICA DE CEBOLLA GRATINADA AL HORNO: RESULTADO FINAL.

 

¿Has probado la sopa clásica de cebolla? Si no es así, no sabes lo que te estás perdiendo... Una receta barata a más no poder, y de lo más reconfortante. Se prepara hirviendo cebolla y ajo caramelizados en caldo de carne o de verduras.

Así tal cual está exquisita; pero si quieres darle un toque "de lujo", gratina dos tostadas cubiertas de queso por ración y ponlas encima del caldo antes de servir. El precio apenas subirá unos céntimos, pero el sabor ganará enteros.

4. Huevos al purgatorio

huevos al purgatorio
Dana Tentis/Pexels

 

La cocina italiana es mucho más que pasta. Y esto lo demuestra esta deliciosa receta de huevos al purgatorio, perfecta como plato único (acompañada de ensalada) o para cenar.

Es tan sencilla como preparar una salsa de tomate casera y cocinar en ella los huevos hasta que cuajen. Sazona bien con pimienta negra, orégano, sal y espolvorea parmesano rallado. ¿Qué puede salir mal?

5. Lasaña de calabacín con pollo

LASAÑA DE CALABACÍN CON POLLO.
Cocina Fácil / RBA / ORIOL ALEU

 

Terminamos nuestras propuestas con una completísima lasaña de calabacín con pollo, ideal para los días más especiales. Esta receta es genial para aprovechar sobras de pollo asado o a la cazuela: cundirán el doble. Empieza preparando un sofrito con distintas verduras, añadir 3 cucharadas de harina y un poco de vino blanco y guisar para que engorde la salsa.

Después se añade el pollo troceado y se hacen capas: una con calabacín laminado y salteado, y la siguiente, con el relleno. Solo queda cubrirla de queso, gratinar... ¡Y a la mesa!