Mucha gente huye de los postres porque los considera demasiado pesados. Vale, aunque para los amantes del chocolate no sea un problema, entendemos que para el resto, alguna de estas tartas y bizcochos no sea la opción más ligera del mundo. No obstante, hay alternativas que sí lo son y están igual de ricas.
La solución es incluir algún tipo de fruta en estos postres o conseguir una textura suave y delicada en las masas, si es que optamos por utilizarlas. Si además queremos que nos salgan a buen precio, son un buen recurso.
Nosotras hemos seleccionado 3 postres que son muy sencillos de hacer, por supuesto son aptos para principiantes en la repostería y que tienen tan solo unos pocos ingredientes, así salen más económicos. ¿Te animas a probar alguno de ellos?
1. Mousse ligera de mandarina y yogur
Una mousse siempre es una buena opción, especialmente si son de algún cítrico como el limón o, como en este caso, de mandarina. Además, en lugar de llevar nata, la hemos hecho con un yogur natural sin azucarar. ¿La clave para conseguir una textura aireada? La gelatina.
Lo más "complicado" es exprimir la mandarina pero si las cortas al medio, igual que harías con una naranja, puedes hacerlo en un exprimidor manual o, mejor todavía, eléctrico. Respeta los tiempos de reposo para que cuaje y tendrás un postre espectacular por muy poco.
2. Galette de uva morada
Esta tarta tipo galette lleva tan solo tres ingredientes y todos ellos son baratos y fáciles de conseguir. La base se hace con una plancha de masa brisa, que podemos comprar ya hecha para facilitarnos la tarea bastante.
Como relleno lleva tan solo unas uvas roja, una fruta que suele estar disponible todo el año a precios razonables y encima hay variedades sin pepitas que son más agradables de comer. Como endulzante, hemos añadido sirope de arce, que es más ligero que el azúcar.
3. Bizcocho húmedo de vainilla (superfácil)
Este bizcocho es adictivo y además muy fácil de preparar. Lleva los ingredientes clásicos de todos los bizcochos (azúcar, mantequilla, huevos, harina y leche) y un chorrito de esencia de vainilla, que es lo que le da ese sabor tan delicioso.
Queda tan esponjoso porque se baten las claras de huevo a punto de nieve, así que no necesita levadura.