Hace unas décadas, las palabras "ensalada" y "fruta" eran algo incompatible. La fruta se comía en el postre y la ensalada era un entrante; en principio, no tenían punto de contacto. Poco a poco, en las casas se fueron incorporando las frutas como ingrediente de platos salados y las ensaladas de fruta se convirtieron en algo habitual. Hoy te presentamos tres recetas imbatibles que darán color, sabor y alegría a tus menús de diario. ¡Anótalas en tu cuaderno!
Las frutas más utilizadas en ensaladas suelen ser las del verano. Fresas, fresones, melocotón, melón... Su jugosidad, frescura y color combinan genial con el ácido del vinagre y la crujiente textura de las hojas verdes. Y por supuesto, no podemos olvidarnos de los clásicos tropicales que tanto sabor aportan: aguacate, mango, piña, kaki y muchas otras frutas exóticas, que encontramos en nuestros mercados durante todo el año.
Cuando prepares ensaladas de fruta, intenta lavarlas, cortarlas y añadirlas en el último momento. Así conservarán todas sus propiedades. De hecho, hay frutas que se ennegrecen al contacto con el aire; por ejemplo, la manzana. Si quieres prepararla con antelación, córtala en cubitos, ponla en un bol con un buen chorro de limón y cúbrela con papel de aluminio para evitar que se oxide.
Además de las tres magníficas que te detallamos a continuación, anímate a preparar una exquisita ensalada de verano con berros, manzanas, nueces y salsa de yogur: completísima. También te encantará esta ensalada de aguacate, gambas y pomelo rosa; y para rizar el rizo, no te pierdas esta ensalada de escarola con pera, granada y vinagreta de limón. Apetecen, ¿a que sí?
1. Ensalada de espárragos al vapor con salmón y fresas
Cocina Fácil / RBA / A.J.J. ESTUDI, S.C.P.
Esta ensalada de espárragos al vapor con salmón y fresas es de lo más original. En lugar de las clásicas hojas verdes (lechuga, escarola, brotes...), lleva como base unos espárragos trigueros cocidos al dente. Si los haces al vapor, conservarás esa textura crujiente que tanto nos gusta y ese sabor intenso que les caracteriza.
La combinación con el salmón ahumado y las fresas nunca falla. El salmón aporta un punto salado y una textura sedosa; la fresa, frescura, dulzor y acidez. Toda una bomba de nutrientes a la que el punto final se lo dan las pipas de girasol y la vinagreta de miel.
2. Ensalada de burrata con beicon y fruta
La burrata, ese queso de origen italiano tan suave y cremoso, es perfecto para preparar ensaladas por su sabor suave y su textura. La fruta y la vinagreta le aportan la intensidad que le falta; Los daditos de pan frito y los tomates cherry, el punto crujiente. Así, esta ensalada de burrata con beicon y fruta es un primer plato perfecto, pero también una cena completa con todas las de la ley.
La fruta empleada en esta receta es el melocotón. Escógelo bien maduro si está de temporada; en caso contrario, utiliza melocotón al natural en conserva de buena calidad. En ambos casos, será el toque dulce ideal para contrapesar la intensidad salada del beicon y la potencia del pan frito.
3. Ensalada de aguacate, fresones y mango con vinagreta de cacahuetes
Cocina Fácil / RBA / A.J.J. ESTUDI, S.C.P.
¿Querías fruta en la ensalada? Pues en esta receta no tienes una, ¡sino tres! El clásico aguacate, los fresones y el mango se convierten en un trío de ases en un platazo que entra por los ojos. Fíjate en la presentación: el aguacate laminado se coloca en el centro, haciendo una preciosa flor rodeada del resto de los ingredientes.
Para hacer esta ensalada de aguacate, fresones y mango con vinagreta de frutos secos, lamina las dos mitades del aguacate sobre una tabla en sentido diagonal. Rocíalas con limón, presiona ligeramente para que se abran en abanico y pásalas al plato con la ayuda de una espátula. Repite con la otra mitad, añade el resto de los ingredientes y aliña con una vinagreta de frutos secos. ¡Perfecta!