Seguro que lo has leído muchas veces: el aguacate tiene muchas propiedades beneficiosas para el organismo. De hecho, muchos expertos aseguran que el aguacate es un superalimento, rico en nutrientes, con grasas saludables, propiedades antiinflamatorias, ideal para la salud cardiovascular...
Vale, sabemos que el aguacate es sano pero... ¿cómo lo podemos incluir en nuestra dieta? La manera más sencilla es en ensaladas, como un ingrediente vegetal más (científicamente es una fruta).
Pero antes de empezar a cocinar, debemos encontrar aguacates en su punto.
Trucos para saber si un aguacate está en su punto óptimo de maduración
Cuando un aguacate está en su punto, tiene una textura mantecosa, un sabor delicado y una pulpa de color verde brillante. En cambio, si está verde, su pulpa es leñosa y dura y está insípida, incluso astringente. Y si está demasiado maduro, estará pastoso y la pulpa tendrá un color marronoso o incluso con manchas.
Para elegir un buen aguacate, yo tengo algunos trucos:
- Me fijo en el color de la piel. Tiene que ser verde intensa y oscura. Si es clara, seguramente el aguacate estará demasiado verde. Y si es negra, demasiado maduro.
- Lo presiono suavemente. Un aguacate que está en su punto óptimo de maduración cederá ligeramente a la presión. Si se nota muy duro, está verde. Si está demasiado blando ha madurado demasiado.
- Miro el color bajo el tallo. Si es verde claro, es una buena opción. Si es marrón quiere decir que está muy maduro o incluso pasado. Y si cuesta retirar el tallo, significa que aún está muy verde.
Si no encuentras aguacates en su punto, siempre es mejor comprar unos que estén un poco verdes. El aguacate sigue madurando y en unos días estarán perfectos. Para que maduren más rápido, ponlos en una bolsa de papel junto con una manzana o un plátano. Estas frutas emiten etileno, un gas natural que acelera el proceso de maduración.
1. Ensalada de pasta con aguacate y gulas
Las ensaladas de pasta son un clásico del verano, pero hay otras opciones además de la clásica ensalada de pasta y atún. Esta receta, por ejemplo, que gracias a la combinación de ingredientes es un plato único perfecto. Lleva vegetales (entre ellos el aguacate), la pasta y también gulas, proteína sin apenas calorías.
Es una ensalada templada, porque las gulas se añaden en el último momento, y están calientes. Y el contraste de temperatura es uno de los atractivos de la receta. También el contraste de texturas, pues la cremosidad del aguacate y la pasta contrasta con el toque crujiente de la cebolla morada y la lechuga hoja de roble.
2. Ensalada de aguacate, langostinos y piña
Con muy pocos ingredientes puedes preparar una deliciosa ensalada perfecta como entrante o cena ligera. Esta receta es sorprendente porque lleva piña natural, que le aporta frescor y un toque dulce que combina perfectamente con el aguacate, los langostinos cocidos y los tomates cherry.
En nuestra receta utilizamos langostinos crudos que cocemos como primer paso, pero puedes comprar langostinos cocidos si quieres ahorrar tiempo y no encender el fuego. La piña puede ser tanto natural como de lata, pero si escoges esta segunda opción, mejor que sea en su jugo. La piña en conserva quedaría demasiado dulce.
3. Ensalada de aguacate, bonito, espinacas y mozzarella
Si buscas una ensalada diferente, tienes que probar esta ensalada de aguacate, bonito, espinacas y mozzarella. Es una receta que combina la suavidad del aguacate con el sabor intenso del bonito, la frescura de las espinacas y la cremosidad de la mozzarella. Perfecta para dar una sorpresa a tus comensales.
El aguacate es una fruta rica vitaminas y minerales, lo que la convierte en una excelente opción para cualquier dieta. Su textura cremosa y su sabor suave lo hacen perfecto para añadir un toque delicioso a tus platos.