Ruta de restaurantes para degustar los mejores cocidos de Madrid

El cocido es, sin duda, unas de las elaboraciones más populares y consumidas del recetario de nuestro país durante los meses fríos del año. En sus diferentes versiones, es capaz de reconfortar cuerpo y alma en uno, dos o tres contundentes vuelcos. El primero, una sabrosa sopa de fideos; el segundo, los garbanzos con verduras y hortalizas de temporada, entre las que no puede faltar el repollo; y por último, las carnes y sus embutidos, que ponen el broche de oro a esta contundente degustación.

Entre todos ellos, el cocido madrileño es el más tradicional, convertido en un indispensable cuando llega el invierno, tanto en casa como fuera de ella. Cuchara en mano y con opción a repetir si el cuerpo lo pide, este 27 de febrero, Día Internacional del Cocido, nos vamos de ruta para descubrir y disfrutar de los mejores de la capital.

Los mejores cocidos de Madrid para celebrar el Día Internacional de Cocido (27 de febrero)

Los de toda la vida, los más clásicos, los que se sirven únicamente un día a la semana o los que hay que pedir por encargo. Madrid tiene cocidos para realizar una ruta interminablemente sabrosa, y por esta misma razón es complicado escoger entre todos ellos. Aún así, desde Cocina Fácil hemos realizado una lista con algunos de los mejores para descubrir, probar y, ¿por qué no? repetir una o mil veces más.

Cruz Blanca de Vallecas

No hay cocido como el de Cruz Blanca de Vallecas, uno de los más reconocidos de Madrid e indispensable en cualquier ruta que se tercie. Antonio Cosmen lo elabora con garbanzos castellanos de La Moraña, variedad capaz de absorber mucho caldo y de aportar sustancia al mismo. A las carnes le añade hueso de caña con su tuétano, gallina, puntas de jamón, chorizo, morcilla y tocino, como bien dicta la tradición. Lo acompañan de cebolleta y guindillas, un contraste perfecto para desengrasar y animarse con un poquito más.

La Bola

Otro indispensable desde hace décadas, concretamente desde 1870, es La Bola, donde sirven su legendario cocido en pucheros individuales de caldo más sus viandas, cocinado con mucho mimo durante más de cuatro horas. Comenzó costando poco más de una peseta, y su peculiaridad más característica es el chorizo asturiano que escogen para elaborarlo, todo un homenaje a su fundadora.

Como curiosidad, cuentan que fue el favorito de Alfonso XII y la Infanta Isabel.

Malacatín

Visitar Malacatín es sinónimo de homenaje, y en este que vayáis a daros no puede faltar su cocido. ¿Lo mejor? La opción de poder repetir y repetir su contundente y sabrosa sopa con garbanzos castellanos. Le añaden chorizo de León, morcilla asturiana, codillo ibérico, gallina, morcillo de ternera y manitas de cerdo, que aportan una melosidad adictiva al conjunto.

Como novedad, ahora también preparan su versión take away para llevártelo a casa.

Lhardy

Lhardy es uno de los restaurantes que forman parte de la historia Madrid. Entre sus paredes se han reunido personalidades de todo tipo que no han podido resistirse a uno de los platos estrella de la casa: su cocido en dos vuelcos. En el primero se sirve la sopa de fideos con picadillo de jamón y pollo. Y en el segundo, los garbanzos con las carnes de puchero, donde no falta la caña con tuétano, chorizo, morcilla, salchicha y su tradicional bola de carne.

Casa Carola

Dedicada en exclusiva al cocido, Casa Carola sirve su preparación en tres vuelcos y en formato "barra libre", lo que significa que es posible comer todo lo que se desee de este suculento festín. Después de ​una copa de cava y una croqueta de la propia elaboración, se comienza con una olla con humeante sopa de fideos, lustrosos gabrieles de cosecha propia, patata nueva y verduras frescas al dente. Le siguen las viandas, carnes de añojo y pollo, chorizo de sarta, morcilla casera, tocino ibérico, codillo de jamón y huesos de caña. Lo rematan con salsa de tomate natural con cominos y orégano, cebolletas y piparras.

Media Ración

En Media Ración presentan un "homenaje a la cocina tradicional española" con el mejor producto en su mejor momento, por lo que el tradicional cocido madrileño no podía faltar entre sus propuestas más destacadas.

Servido a tres vuelcos cada jueves, aquí lo preparan a base de garbanzos de Pedrosillano, a los que añaden hueso de tuétano, jarrete de ternera blanca, muslo de pollo de corral, tocino, hueso de espinazo de cerdo salado, hueso y carne de jamón ibérico, relleno de carne, chorizo, morcilla, patata cocida y verduras variadas para la cocción.

Taberna Pedraza

El cocido de Taberna Pedraza cuenta con tres ingredientes estrella: tiempo, corazón y producto. Con ellos elaboran esta versión con la que han conseguido un triple objetivo: elegancia, equilibrio y respeto por el recetario emocional, convirtiéndolo en "el más fino de Madrid".

Sus tres vuelcos incluyen la sopa de cocido desgrasada; los garbanzos pedrosillanos con patata, zanahoria y repollo; y las carnes, con morcillo de vaca vieja; pollo de corral; tocino, panceta y jamón de bellota; y morcillo y chorizo de Beasain. ¡Una auténtica exquisitez!

La Cocina de Frente

El espacio más informal de Juanjo López (La Tasquita de Enfrente) propone uno de los cocidos más sorprendentes y adictivos de la capital, en el que fusiona la cocina de toda la vida con el toque innovador y vanguardista de la gastronomía actual.

El cocido de La Cocina de Frente se sirven en cuatro vuelcos y ¡con las soperas al centro! Para comenzar, una croqueta de ropa vieja anuncia las delicias que van a llegar a la mesa: la sopa de fideos acompañada de encurtidos, a los que les siguen las verduras y los garbanzos. El tercer paso lo protagoniza la ropa vieja coronada con huevos fritos aderezados con pimentón. Y se acaba con el tuétano con tartar de apio. Toda una experiencia para repetir al menos una vez al año.

Charolés

"Peregrinar" hasta San Lorenzo del Escorial tiene premio si se acaba la ruta en el icónico restaurante Charolés. Entre sus irresistibles especialidades está el Gran Cocido, como ellos lo denominan, una delicia que hay que degustar el menos una vez en la vida y que sirven los lunes, miércoles y viernes.

Aquí lo preparan con garbanzos de Fuentesaúco y patatas gallegas, y a sus carnes tradicionales le añaden costillas de ternera charolesa, que aportan un extra de sabor. No falta, para acompañar, la salsa de tomate frito con comino a la que es imposible resistirse a mojar.