Dentro de la amplia gastronomía asturiana, los chorizos a la sidra son, sin lugar a dudas, una de las tapitas más populares. Y es que, además de ser facilísimos de hacer y de prepararse en un santiamén, no hay nadie que se resista a sus encantos. Quedan tiernos por dentro y con un exterior tostadito, que no quemado, delicioso.
Por no hablar de la salsa que forma la grasita del chorizo combinada con la sidra. ¡Es irresistible! Si ya estás salivando y te han entrado ganas de elaborarlos, ponte manos a la obra. No decepcionan.
Se prepara con chorizos atados en ristra y sidra natural
Para que este platillo te quede perfecto, es básico que los productos sean de alta calidad. En la receta de hoy se usan unos chorizos atados en ristra, pero también puedes comprar uno entero. En este caso, es importante poner el chorizo directamente en la cazuela, sin cortar.
Luego, elijas el tipo que elijas, antes de colocarlo en la cazuela o en la sartén, acuérdate de pinchar la carne con la punta del cuchillo o un tenedor. Así, durante la cocción no se romperá la piel y el chorizo irá soltando toda su esencia.
Para que el plato quede de diez, es fundamental escoger una buena sidra natural asturiana. Sobre todo, vigila que no sea edulcorada ni achampañada o el resultado no será el mismo. Y a la hora de verterla, procura que el líquido cubra totalmente el chorizo.
Chorizo a la sidra
Para 4 personas
Ingredientes
- 500 gramos de chorizos
- 125 mililitros de sidra natural
Paso a paso
Pincha la carne
Retira la cuerda que sujeta los chorizos para que queden separados y, con un cuchillo, pincha la carne para que durante la cocción no revienten y vayan soltando su jugo.
Vierte la sidra
Colócalos en una cazuela o en un cazo, vierte la sidra por encima y cocínalos a fuego alto durante 5 minutos. Luego, baja el fuego y sigue la cocción durante 15 minutos más. Saca los chorizos del fuego y sírvelos en un cuenco.
La mejor presentación
La forma más habitual de presentar los chorizos a la sidra es en una cazuelita de barro. Puedes servirlos enteros, si son pequeños, o cortados en rodajitas tamaño bocado y acompañarlos con unas rebanadas de pan de hogaza para que todo el mundo pueda mojar en la salsita.
Lo ideal es llevarlos a la mesa calentitos, pero también los puedes comer fríos. Y para beber: sírvelos, evidentemente, con un culín de sidra.
Consejos y variantes
- En algunas recetas, el chorizo se cocina con dos o tres ajos aplastados y unas hojitas de laurel.
- Aunque lo tradicional es cocinar los chorizos en los fogones, también se pueden hacer en el horno. Pínchalos por varios sitios, rocíalos con la sidra y déjalos hornear, a 200 °C, con calor arriba y abajo, durante 20-25 minutos.