Calabacín a la gabardina, una tapa ¡fácil y crujiente!

Te presentamos una nueva forma de cocinar el calabacín, una de las verduras estrella de nuestro día a día. El calabacín a la gabardina te servirá como aperitivo o primer plato

 Virginia Serrano
Virginia Serrano

Periodista especializada en gastronomía

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Calabacín a la gabardina

El calabacín sirve para un roto y un descosido. Siempre es bueno tener en casa porque sus diferentes cocinados te ayudarán a improvisar comidas en muy poco tiempo. Al horno y gratinados, en pisto, en tortilla… Te aseguran un plato con verduras rico y que habitualmente gusta a mayores y pequeños.

El rebozado es el que habitualmente se emplea para elaborar una de las tapas más conocidas y suculentas de la gastronomía española: las gambas a la gabardina. Esponjoso, delicado y con un punto crujiente que hará de tu calabacín a la gabardina un plato muy apetitoso. Puedes servirlo con mayonesa, una salsa de limón o tomate frito.

Calabacín a la gabardina
Para 4 personas
Ingredientes
  • 1 calabacín

  • 3 huevos
  • Harina
  • 1 cucharadita de levadura química
  • Sal al gusto
  • Pimienta al gusto
  • ½ cucharadita de ajo en polvo
Paso a paso
  1. Prepara el rebozado

    Bate muy bien los 3 huevos, añade sal al gusto y echa una cucharada de ajo en polvo. Remueve bien.

  2. Agrega la harina

    La cantidad de harina depende del tamaño de los huevos. Échala junto con una cucharadita de levadura química tamizándolas. Bate hasta que se integren. Si ves que falta harina pon otras 3 cucharadas.

  3. Vierte agua

    Una vez que la masa esté en su punto, es decir, que no se despegue de las barillas del batidor, vierte cucharadas de agua poco a poco hasta que la masa caiga continuadamente.  

  4. Prepara el calabacín

    Pélalo y córtalo en rodajas. Echa sal y pimienta al gusto y calienta AOVE en una sartén.

  5. Fríe el calabacín a la gabardina

    Baña las rodajas en la pasta del rebozado y escurriéndolas ponlas a freír hasta que estén doradas por los 2 lados.

  6. Quítales el aceite sobrante

    Una vez fritas las rodajas de calabacín, quítales el exceso de aceite dejándolas en una fuente con papel de cocina para absorverlo.