Tanto si sigues la trayectoria del presentador David Broncano como sino lo haces, es probable que tengáis algo en común, por muy extraño que parezca. Ese algo es, nada más y nada menos, que el gusto por los torreznos preparados con panceta adobada de cerdo . Y bien lo saben en Soria, donde es la tapa estrella de sus bares y lo sirven bien crujiente por fuera y jugoso por dentro. Su fama es tal que tienen hasta su propio concurso "El mejor torrezno del mundo" organizado por Torreznos de Soria. Por si en este momento no la ubicaras, te diré que la panceta es una de las partes más sabrosas del cerdo , con un equilibrio perfecto de magro y grasa. Una vez salada y curada es complicado no sucumbir a la tentación de degustarla. ¿Sabías que puede someterse a un proceso de desalado en agua fría? Puede durar entre 12 y 24 horas con varios cambios del agua. Aunque puedes tomarlos en tu próxima escapada a esa preciosa tierra, también puedes hacerlos en casa el próximo fin de semana. De hecho, están buenísimos con patatas revolconas, ajo y pimentón . Para ello solo tendrás que cocer patatas con su piel, luego pelarlas, chafarlas con ayuda de un tenedor y mezclarlas, atención al dato, con un refrito de ajo y pimentón , que será lo que les dé toda la gracia. Tomarlas con torreznos de panceta es la mejor idea del mundo, especialmente si te encanta el contraste entre la cremosidad de la patata y la carne crujiente. ¿Prefieres acompañarlos de una opción más saludable por aquello de compensar? Prepáralos con ensalada de tomate, huevo frito y ajitos , para lo cual tendrás que cortarlos en tiras de 5 x 12 centímetros, en vez de en lonchas. Y si por una casualidad te estuvieras iniciando en el maravilloso mundo de la freidora de aire , toma nota porque los torreznos de Soria con corteza crujiente también pueden hacerse en este electrodoméstico. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por David Broncano (@davidbroncano) Los torreznos de Broncano, una receta tradicional y muy sabrosa A continuación te mostramos cómo preparar los torreznos. No es una receta difícil pero sí que hay que tener varias cosas en cuenta , con lo que lee bien los pasos para que no se te escape nada. Torreznos de David Broncano Para 4 personas Ingredientes Panceta curada Aceite Paso a paso Orear la panceta Lo primero que tienes que hacer es tener lista la panceta curada. Lo ideal es que la tengas a temperatura ambiente las 24 horas previas a su cocinado; si la has comprado envasada al vacío (la encontrarás sin problema en paquetes de distintos tamaños), tendrás que retirar el envoltorio. Puedes colgarla o ponerla en un sitio fresco y seco. Ten en cuenta que el secreto para que quede crujiente es que esté bien seca. Corta la panceta A continuación corta la panceta. Utiliza un cuchillo bien afilado y, con cuidado, córtala en lonchas de 2 centímetros. No la cortes como si fuera una empanada: ponla horizontal y a continuación levántala, de tal manera que la parte más larga siga tocando la tabla, así te costará menos cortarla de arriba abajo. Prepara la sartén Vierte aceite en una sartén, de tal manera que el fondo quede cubierto y favorezca así la cocción homogénea. Caliéntalo a fuego bajo. Pocha la panceta Dispón las lonchas de panceta en la sartén asegurándote de que la parte de la corteza queda hacia abajo; de hecho, tendrás que estar pendiente para que se mantengan en esa posición unos 20 minutos. Si te fijas, verás que surgen burbujitas en la piel: la mejor señal de que están haciéndose correctamente. Fríe la panceta Calienta otra sartén con abundante aceite caliente: en ella freirás la panceta cuando ya se haya pochado del todo y la piel esté llena de burbujas, lo que será la corteza. Dispón los torreznos en posición horizontal, es decir, que la carne se apoye completamente en el fondo de la sartén. Fríelos 20 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción para que se hagan por los dos lados. Sirve los torreznos Según los vayas friendo, pon los torreznos sobre papel absorbente para que puedan escurrir el aceite sobrante. Si quieres comprobar lo bien que te han quedado, además de probarlos en cuanto dejen de quemar, puedes cortarlos y comprobar lo crujiente que queda la corteza y lo jugosa que está la carne.