10 recetas de patatas al horno, una guarnición barata ¡deliciosa!

¿Qué sería de la cocina sin la patata? En sus muchísimas variedades y cocinadas con cualquier técnica, su sabor, textura y posibilidades las convierten en un ingrediente fundamental en cualquier hogar.

Pero si hay una técnica que saca todo lo bueno que estos tubérculos llevan dentro, esa es sin duda el horneado. Las patatas al horno o asadas son una auténtica delicia, y además reducen las calorías y la grasa de las clásicas patatas fritas (que, por cierto, también están buenísimas).

La técnica básica es muy sencilla, pero también tiene su aquel. Para saber cómo asar las patatas al horno para que queden perfectas es fundamental elegir las patatas adecuadas, escoger la temperatura ideal, esperar el tiempo indicado… Como en cualquier receta, fácil o difícil, el secreto está en cocinarlas con cariño y atención.

Y si pensabas que la única posibilidad que tiene esta guarnición es asar las patatas y listo, ¡de eso, nada! A continuación, te presentamos 10 recetas de patatas al horno que se convertirán en la mejor guarnición de todos tus platos.

1. Patatas Hasselback al horno

Las patatas Hasselback son todo un clásico en las guarniciones más lujosas. Su nombre procede del restaurante sueco donde se inventaron, y desde luego no pueden ser más bonitas y delicadas.

Su preparación no tiene secretos: solo hay que pelarlas, lavarlas y cortarlas en rodajas muy finas. Pero, ¡ojo! El corte no debe llegar al final, para que las rodajas se queden unidas en forma de abanico. Después se hornean con mantequilla, aceite, tomillo y sal, y ¡listas para triunfar!

2. Patatas gratinadas Dauphinois

¿Habías oído hablar de las patatas gratinadas Dauphinois? En realidad es más bien un timbal o gratén de patata, pero como guarnición no tienen rival. Para prepararlas, corta las patatas en rodajas finas y ponlas en capas en una fuente de horno.

Riégalas con nata líquida y leche sazonadas con pimienta y nuez moscada, hornéalas y gratínalas antes de terminar. Crujientes, jugosas y muy elegantes.

3. Patatas al horno con parmesano

Que las patatas al horno pueden sustituir a las fritas sin problema, seguro que ya lo sabes. Quedan menos aceitosas e igual de crujientes, perfectas para una dieta saludable.

Anímate a preparar estas patatas al horno con parmesano y les darás a tus platos un toque especial. Por ejemplo, son ideales como acompañamiento para una hamburguesa. ¿Te lo imaginas? Basta con ponerlas en una fuente con un poco de aceite, añadir ajo en polvo y parmesano rallado y hornearlas.

4. Patatas panadera gratinadas

Pocas guarniciones son más nuestras. Bien pochadas en la sartén con aceite de oliva, con su cebolla caramelizada… ¿Quién se resiste? Pues has de saber que si les das un golpe de horno, cogen un toque tostadito que les va genial.

Las patatas panadera gratinadas se disponen en capas, ya bien pochadas y en una fuente de horno: basta con 2 minutos bajo el gratinador para darles el toque final.

5. Patatas al horno rellenas de beicon y gratinadas con queso

¿Quieres subir el nivel de tus guarniciones de patata? A veces basta con añadir uno o dos ingredientes para convertirlas en un plato por derecho propio. Es el caso de las patatas al horno rellenas de beicon y gratinadas con queso, un éxito seguro.

Córtalas por la mitad, ásalas y vacía la pulpa. Mezcla esta con cebolla pochada, beicon y nata líquida, rellena las mitades y gratina a toda potencia. Están buenísimas.

6. Patatas rellenas de boloñesa

Si pensabas que esta salsa solo iba bien con los espaguetis… ¡Cambia el chip! Anímate a usarla para estas patatas rellenas de boloñesa, la guarnición  ideal para una pechuga de pollo o un escalope (por ejemplo).

Es tan fácil como asar las patatas, vaciarlas y rellenarlas con una buena boloñesa casera. Después, ralla un queso rico por encima y gratínalas a 180° hasta que se doren.

7. Patatas rellenas con jamón, queso y huevo

Otra idea para rellenar patatas es utilizar los ingredientes clásicos del sándwich croque-madame: jamón york, queso de fundir y huevo. Para preparar estas patatas rellenas con jamón, queso y huevo, basta con vaciar las mitades de patata asada y rellenarlas con una mezcla de ajo en polvo, jamón york, cebolla caramelizada y queso rallado.

Casca encima un huevo de codorniz y gratínalas hasta que la clara quede bien cuajada. ¡Perfectas para el brunch!

8. Patatas rellenas con roquefort

Los quesos potentes les van que ni pintados a las patatas asadas. Su sabor intenso se alía con la suave textura del tubérculo para crear una combinación de 10. Para cocinar patatas rellenas con roquefort, empieza asando las patatas enteras a 180° durante 35 minutos.

Cuando se enfríen, corta una tapita y vacía parte de ellas. Luego solo hay que montar unas claras a punto de nieve y mezclarlas con verduras rehogadas, la pulpa de las patatas, unas yemas de huevo y las claras montadas a punto de nieve. Gratina, ¡y a comer!

9. Patatas gratinadas rellenas de verduras

Los rellenos saludables tienen un lugar de honor en nuestra lista de guarniciones. Estas patatas gratinadas rellenas de verduras acompañarán de maravilla a un pescado al horno o un pollo asado, sin ir más lejos.

En la receta, el relleno lleva jamón cocido y queso emmental; pero si quieres bajar la cantidad de proteína animal y las calorías, usa solo las verduras salteadas y las patatas ganarán en frescura.  

10. Patatas rellenas con bechamel de roquefort y nueces

Esta receta de patatas rellenas con bechamel de roquefort y nueces va más allá de la simple guarnición. Con una buena ensalada, es un plato único riquísimo y perfecto para una dieta vegetariana.

Solo tienes que asarlas, quitarles la tapa, vaciarlas y rellenarlas con una bechamel de roquefort y nueces picadas. Mételas de nuevo al horno, gratínalas y sírvelas bien calentitas.

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