A pesar de su sencillez, las torrijas siempre despiertan pasiones. Ligadas tradicionalmente a la Semana Santa, aunque son muchos los que se dan el capricho durante todo el año, este dulce casero conquista a todo el mundo por su textura crujiente y su jugoso interior. Si te apetece disfrutar de unas torrijas exquisitas que se deshacen en la boca, no te pierdas la receta que te proponemos hoy. Se trata de unas torrijas a la canela con aguamiel . Se convertirán en tus preferidas. Estas torrijas se elaboran de la manera clásica, pero, en lugar de cortar el pan en rebanadas, este se parte en daditos para poder comerlos de un bocado. Los daditos de pan se sumergen en leche hervida con azúcar , canela y cáscara de limón , se pasan por huevo batido y luego se fríen en abundante aceite caliente hasta que quedan doraditos. Una vez fríos, se bañan con el delicioso almíbar de aguamiel . Preséntalos recién hechos, con unas ramitas de canela y unas hojitas de menta y… no habrá nadie que se resista. Además de la receta clásica de torrijas, podemos encontrar otras variantes igual de deliciosas. Se pueden preparar a la naranja con licor, rellenas de crema pastelera o rebozadas a la vainilla con guindas . ¿Con cuál te quedas? Ideas para conseguir unas torrijas a la canela con aguamiel perfectas Para que las torrijas te queden superjugosas es importante que el pan sea del día anterior o, incluso, de dos días antes. El pan seco absorberá mejor la leche . En nuestra receta lo hemos cortado en daditos, pero también lo puedes partir en rebanadas. Procura que tengan unos dos centímetros de grosor. Aunque las torrijas se pueden hacer con cualquier pan, no dejan de ser una estupenda receta de aprovechamiento, lo ideal es usar un pan de buena calidad que tenga la corteza fina y la miga densa para que en el momento de absorber la leche mantenga su estructura. Una vez tengas la leche infusionada , deja que se enfríe antes de sumergir los daditos de pan en ella. Si está muy caliente puede que te quedes con medio trozo de pan en la mano. En el momento de freír las torrijas en la sartén, lo ideal es hacerlo por tandas y pocas cada vez. Así se freirán muy rápido, no absorberán aceite y quedarán crujientes. Una vez fritas, déjalas siempre sobre papel absorbente de cocina para que suelten el aceite. Las torrijas se pueden comer solas o acompañadas de fruta fresca , mermelada , nueces picadas , un chorrito de crema inglesa , salsa de chocolate o una bola de helado .