Puede que esta receta te esté recordando, aunque sea ligeramente, a unas clásicas berenjenas rellenas de carne. No andas demasiado desencaminado porque la idea es la misma, lo que cambia es precisamente la base. En esta versión utilizamos unos tomates bien grandes y firmes pero le damos una vuelta de tuerca y los servimos sobre una base de arroz basmati con verduritas. Aunque se trata de una receta un tanto laboriosa, lo cierto es que no conlleva mayor dificultad que la de hacer una bechamel decente. ¡Y eso no es nada complicado! Lo único que hay que hacer es tener paciencia y cocinar bien la harina para que luego no se note su sabor. E ir añadiendo la leche poco a poco mientras la integramos bien con una cuchara. También hay que vaciar los tomates. Puedes utilizar una cucharilla de postre y puede que también te venga bien una puntilla pero si tienes una cuchara parisina o vaciadora te resultará más sencillo. El arroz basmati es un arroz de grano largo muy aromático y combina a la perfección con el resto de ingredientes de esta receta. No obstante, si no tienes o no lo encuentras (actualmente es muy sencillo de encontrar en la mayoría de supermercados) siempre puedes recurrir al arroz redondo de siempre. Consejos: ¿Has puesto en práctica nuestros trucos y aun así la bechamel te ha quedado con grumos ? ¡Fuera dramas! Pásala por la batidora eléctrica para conseguir una consistencia mucho más suave y luego incorpórala al guiso de la carne para que esos grumos terminen de cocinarse y no sepa a harina cruda. Vaciar los tomates sin que se rompan requiere de algo de maña pero también de escoger la variedad y punto de maduración adecuados. Escoge unos de buen tamaño, los de ensalada pueden irte bien, y procura que no estén demasiado maduros . En realidad, como vamos a hornearlos después, si están más bien duros, serán más sencillos de vaciar y aguantarán mejor cuando los rellenes.