Tartitas de queso y arándanos

Paso 1

Machacar las galletas en el mortero. Mezclarlas con 80 g de mantequilla previamente ablandada a temperatura ambiente hasta obtener una pasta homogénea. Precalentar el horno a 180º.

Paso 2

Repartir la masa en la base de 4 moldes individuales de tartaleta untados con el resto de la mantequilla, presionando con las yemas de los dedos; debe quedar una capa de 1 cm de grosor. Hornear 6 u 8 minutos, retirar y dejar enfriar.

Paso 3

Desmenuzar el queso y batirlo con la miel hasta que esté cremoso. Hidratar la gelatina en agua fría. Montar ligeramente 250 ml de nata con 120 g de azúcar. Calentar el resto de la nata en un cazo. Escurrir la gelatina, añadirla y remover hasta que se disuelva. Incorporar la crema de queso y la nata montada, con movimientos envolventes. Rellenar con la preparación anterior las tartaletas y dejarla enfriar en la nevera un mínimo de 3 horas.

Paso 4

Lavar la menta y los arándanos, y secarlos. Saltear los segundos en una sartén con la mantequilla, el resto del azúcar y unas gotas de agua durante 2 minutos. Desmoldar las tartitas. Disponer sobre ellas los arándanos y regarlos con su salsita. Decorar con la menta y servirlas en seguida.