Si tienes en la despensa de casa unas bolsas de tartaletas listas para rellenar puedes improvisar aperitivos tan ricos como esta tartaleta de olivada. Elige para esta crema untuosa unas aceitunas negras de Aragón. La más conocida es la variedad empeltre, de textura aceitosa de y un color negro intenso, obtenido únicamente del proceso natural de maduración en el árbol. Hay otra versión, enriquecida, a la que se añades anchoas y alcaparras, que se llama tapenade y que también te quedaría muy rica rellenando una tartaleta o una rebanada de pan. Las tartaletas también puedes prepararlas en casa con una lámina de masa brisa refrigerada, como en estas tartaletas de calabacín, cebolleta y queso azul o las de huevo y pisto , con una lámina de hojaldre como en las tartaletas de calabacín, zanahorias y gambas o incluso con masa filo como en las tartaletas de alcachofas y crema de queso . Consejos para tus tartaletas de olivada El tiempo de maceración. Cuenta para estas tartaletas con las horas de maceración que necesitan las aceitunas para que tomen sabor. Hay que dejarlas 4 horas con aceite, sal, tomillo, romero y orégano. Después de macerar, deshuesa las aceitunas para triturarlas. Los frutos secos. El contrapunto a la pasta de olivada se lo dan los frutos secos picaditos: pasas y nueces. También podrías añadir otros avellanas o almendras. El queso. En esta masa hemos añadido queso gruyer rallado. Si quieres un toque más fuerte, cámbialo por parmesano.