Los postres, y en especial las tartas, imponen mucho a algunas personas aunque ya tengan experiencia en la cocina. Por eso, esta tarta rústica de chocolate puede ser una buena receta con la que iniciarte en el mundo del dulce y perderle el miedo. Es supersencilla de realizar , sobre todo si optas por comprar la pasta brisa ya hecha. Nuestro consejo es que te atrevas a hacerla casera porque el postre ganará muchísimo con ella. No obstante, si decides no hacerlo, prepararla será tan fácil como fundir un poco de chocolate en nata caliente. ¡No tiene más misterio! Solemos llamar "rústicas" a aquellas tartas que tienen bases elaboradas con algún tipo de masa como la pasta brisa o el hojaldre. Pero lo cierto es que son muy típicas en países como Italia, donde se denominan crostata (aunque aquí suelen terminarlas con otra capa de masa enrejada) o en Francia, donde se usa una masa sablée o quebrada para la base. No obstante, aunque sean diferentes, todas ellas tienen en común el uso de la mantequilla para la elaboración de la masa, que es lo que le va a dar esa untosidad tan rica y característica. Lo mejor de todo es que este tipo de tartas ofrecen muchísimas posibilidades porque las podemos rellenar con un sinfín de ingredientes , ya sean dulces o salados. Quizá las más populares sean las de manzana y las de queso pero se pueden utilizar todo tipo de combinaciones porque todas quedan bien con la masa, en especial las de chocolate. Además, tienen la ventaja de que son más ligeras que otras elaboraciones de tartas clásicas con este ingrediente principal y que no gusta por igual a todo el mundo. Atrévete a elaborarla porque tanto si eres principiante como un experto en postres, disfrutarás de lo lindo degustando esta maravilla dulce. Consejos El proceso de amasado de la pasta brisa se vuelve más sencillo si al principio utilizas una espátula de silicona o una lengua un poco rígida. Una vez los ingredientes se hayan integrado un poco puedes utilizar las manos directamente y la masa ya no se te pegará tanto. Recuerda que es mejor no trabajarla en exceso y que el proceso de enfriado es esencial para que esté en su punto. Antes de preparar la masa, saca la mantequilla de la nevera, pesa la cantidad que vas a necesitar y trocéala en bol. Déjala a temperatura ambiente durante 15 o 20 minutos para que se reblandezca lo suficiente y se integre bien en la masa. Si se te olvida este paso, puedes calentarla en el microondas pero hazlo tan solo durante unos segundos para que no se derrita del todo. En este caso, la masa no adquiriría la consistencia deseada. Cuanto mayor calidad tenga el chocolate, más rica estará tu tarta. Puedes utilizar uno para postres con un mínimo de 70% de cacao, o si te gusta el chocolate amargo, optar por una tableta con un 80 o un 85% de cacao. También es importante que elijas una nata con un porcentaje de materia grasa superior al 32%, será la que esté etiquetada como nata para montar. Aunque si la encuentras con un 38 o 40%, mejor que mejor. Para trocear el chocolate más rápidamente y no formar un desastre con los pedacitos que suelen salir despedidos al hacerlo con un cuchillo, introdúcelo en una bolsa de plástico de congelación y golpéalo con la mano del mortero de cocina o con un rodillo . Conseguirás trozos de tamaño irregular pero no habrá problemas para que se fundan puesto que lo harás con la nata caliente. Si quieres ir un paso más allá con esta receta también puedes darle sabor al chocolate con ralladura de naranja, sal, especias como el jengibre y la pimienta o añadir frutos secos en polvo como avellanas, almendras o pistachos o incluso una mezcla de todos ellos. En este caso, puedes reservar unos pocos frutos secos enteros para decorar la tarta con ellos una vez que se haya enfriado el relleno. También puedes ponerle alguna fruta, la pera le puede quedar muy bien, o incluso los frutos rojos que combinan genial con el chocolate.