Las tartas de fruta siempre son una buena opción, sobre todo para los que no son muy fans del chocolate. En este caso, se trata de una tarta de manzana , todo un clásico, al que hemos dado un toque diferente añadiendo nueces y pasas. La base se hace con una masa casera aunque si quieres ahorrar tiempo siempre puedes comprar una ya hecha, ya sea de hojaldre o brick , y hornearla con el relleno de fruta. Este último se prepara en crudo, es decir, que no hace falta cocinarlo antes de hornear como puede suceder en otras tartas de fruta. La gracia es cortar las manzanas en daditos muy pequeños de manera que al comerlas se fundan junto con el resto de ingredientes y es que una vez horneados se vuelven suaves y mucho más dulces. Nuestra tarta también lleva otros ingredientes que le dan el toque distintivo como con las nueces y las pasas. No obstante, si no te gustan, siempre puedes sustituirlos por otros frutos y frutas secas como las avellanas, las almendras o los arándanos. Otra opción es prescindir de ellos y recurrir, por ejemplo, a la miel o a especias como el cardamomo y el jengibre, que funcionan de maravilla con las manzanas. Esta tarta se puede consumir tibia, acompañada de una bola de helado de vainilla. Consejos: Para que la tarta quede más bonita utiliza un molde alto, con las paredes onduladas. Al disponer la masa por encima pásale un rodillo en lugar de cortar los bordes sobrantes con un cuchillo. Así el corte será mucho más regular y tu presentación ganará muchísimo. Las manzanas golden son las más adecuadas para este tipo de elaboraciones, las verdes son demasiado duras y les falta dulzor y las rojas quedan demasiado deshechas. También puedes usar peras para hacer esta receta.