Los suflés o soufflés son una auténtica delicia para el paladar. Y es que, además de quedar exquisitos, tienen una textura tan esponjosa y ligera que pocas personas pueden resistirse a sus encantos. Hoy te traemos una idea que, con total seguridad, te va a conquistar: un suflé de queso con espinacas . Original y muy vistoso, lo puedes servir un día que tengas invitados en casa y quedarás la mar de bien. La gracia del suflé es conseguir que se hinche dentro del horno y que, luego, una vez fuera, se mantenga así el mayor tiempo posible. Para lograrlo, es fundamental que la masa no pierda aire durante el proceso. Una vez tengas las claras de huevo a punto de nieve, es básico agrégalas a la besamel con movimientos envolventes y suaves para que bajen lo menos posible. También es importante no abrir el horno durante la cocción, ya que, si lo haces, el suflé se deshinchará y ya no volverá a subir. Y un último apunte: recuerda que el suflé debe servirse inmediatamente. Por tanto, en el momento de llevarlo a la mesa, procura que tus comensales estén todos sentados. Así, la degustación será perfecta. Con el queso se pueden elaborar infinidad de recetas. Prueba, por ejemplo, el risotto de queso brie con un toque de salvia , las croquetas de queso y calabacín o el timbal de tomate y queso de cabra (cheesecake salado) . Consejos y variantes para el suflé de queso con espinacas Las espinacas no necesitan mucha cocción. Para que queden apetitosas, saltéalas solo unos minutos. El suflé también se puede servir con una ensalada de tomate o de lechuga . Para un resultado diferente, puedes agregar un poco de puré de pimiento asado a la besamel. Remueve para que se integre bien.