El strudel es un típico pastel de la gastronomía germánica, en especial del sur de Alemania y de Austria. Habitualmente se rellena de frutas, sobre todo de manzanas y frutos, y aunque aquí están presentes, la protagonista del relleno es la carne de ternera. Va cortada en tiras, enharinada y después frita, pero también se podría utilizar carne picada. Así que estamos ante una versión salada de un postre clásico. La base del strudel es una masa parecida al hojaldre. Pero aquí, para no complicarnos demasiado con elaboraciones extra, hemos optado por una lámina de masa de hojaldre ya hecha que, como sabes se puede encontrar fácilmente en cualquier supermercado. El strudel tradicional se hace formando un rollo con la masa, y aunque hay otras abiertas, aquí hemos optado por reproducirla de esa manera. La parte más laboriosa de este delicioso plato, en el que merece mucho la pena invertir un rato, es la de pelar las castañas . Una vez cocidas no es excesivamente complicado pero sí que lleva un rato, ¡así que paciencia! El sofrito agradece mucho la textura tan peculiar de este fruto que tantas alegrías nos da en otoño. Consejos: Puedes utilizar el tipo de carne que desees, desde pollo hasta cerdo. La ternera no es imprescindible en este caso aunque le da más sabor. No obstante, puedes reducir el coste del plato usando contramuslos de pollo deshuesados o solomillo de cerdo. La manzana y los frutos secos son parte indispensable para que este plato tenga un sabor otoñal. No obstante, también se puede variar para adaptar este plato a otras épocas del año con frutas de temporada y los frutos secos que estén disponibles.