¿Pensabas que el strudel era un rollo? No siempre. Este se rellena al estilo tradicional, con frutos secos, pasas y trozos de manzana salteados con mantequilla, azúcar y canela, pero tiene forma de saquito. Queda igual de delicioso, pero mucho más original. Hoy vamos a darnos una vuelta por la repostería centroeuropea preparando un delicioso pastel típico de Austria y Alemania: el strudel de manzanas. Este postre hace honor a su nombre (strudel significa remolino en alemán) porque el relleno se envuelve en una masa que se enrolla como si fuera un brazo de gitano y se cierra formando un paquete rectangular. Muchas veces se hace con masa de hojaldre, pero el strudel más auténtico es el que se elabora con pasta filo, justo la que hemos utilizado para montar este sorprendente strudel de manzanas que más parece una escultura que una tarta. Después de ver cómo queda nuestro strudel de manzanas redondo seguro que te animas a prepararlo tú también. La receta es muy sencilla, aunque algo laboriosa, y el resultado espectacular. Solo hay una pega (pequeña): hay que tener cuidado al manipular la pasta filo, porque es muy delicada y se rompe cuando se seca. Para evitarlo, pincela las hojas con mantequilla fundida tibia antes utilizarla y, mientras engrasas cada una, tapa las demás con un paño ligeramente humedecido. Y otra cosa: si quieres que el relleno tenga trocitos de manzana en vez de puré, no remuevas mucho la fruta cuando la rehogues con la mantequilla, para que no se deshaga. Este postre tiene muchísimas variantes, ¿te gustaría conocerlas? Si prefieres hacer tú la masa, apuesta por este strudel clásico de manzana y piñones , sírvelo espolvoreado con azúcar glas. O atrévete a cambiar la manzana por otra fruta, como te propone esta receta de strudel de plátano y chocolate , o sustitúyela por otros ingredientes, como puedes ver si clicas en este strudel de chocolates y frutos secos , que se endulza con sirope de arce, o este contundente rollo de pasta filo con relleno de frutos secos , una mezcla irresistible de almendras, avellanas, pistachos y dátiles con una pizca de jengibre. Ideas para enriquecer tu strudel de manzanas –Empapa las pasas en algún licor en vez de en agua. Colócalas en un cuenco pequeño y vierte por encima una copita de ron, whisky, licor de almendra (amaretto), licor de naranja (cointreau)... Eso sí, solamente si el strudel de manzanas no lo van a tomar niños. –Añade al relleno 1 cucharada de esencia de vainilla en vez de canela. O, si te gustan los sabores intensos, incorpora una mezcla otras especias molidas, como pimienta negra, cardamomo y nuez moscada. No te pases con la cantidad, bastará con que agregues solo una pizca de cada una; se trata realzar el sabor con una sutil nota exótica, no de “anestesiar” las papilas gustativas de los comensales. Por último, espolvorea la superficie con unos piñones o unos anacarados troceados en lugar de utilizar pistachos. –Este strudel de manzanas queda tan jugoso que se puede tomar solo, aunque el original se suele servir con crema de vainilla. Pero si prefieres probar otras opciones, acompáñalo con crema de limón (lemon curd), salsa inglesa, chantillí o yogur griego batido con azúcar glas.