El soufflé es una elaboración clásica de la cocina francesa y puede ser tanto dulce como salado. En este caso, es un postre y lo preparamos con frutas, en concreto manzana y plátano, que primero caramelizamos en una sartén con mantequilla y azúcar. El soufflé se caracteriza por ser ligero y esponjoso, gracias a la incorporación de claras de huevo batidas a punto de nieve. El proceso de hacer un soufflé implica mezclar la base con las yemas de huevo y luego incorporar suavemente las claras, que proporcionan una textura ligera y aireada . La mezcla se vierte en un molde y se hornea rápidamente en el horno precalentado. Es importante servir el soufflé de inmediato , ya que tiende a perder su volumen y textura esponjosa rápidamente después de salir del horno.