¡Qué buena pinta tiene este plato! Además de que es superfácil de hacer. La clave aquí está en encontrar ingredientes de calidad, sobre todo el solomillo de ternera y los medallones de queso de cabra , y dejar que brillen por si mismos. La parte más delicada es la de la elaboración de la salsa de oporto. Pero para ello pasa lo mismo, que tenemos que partir de una buena base, en este caso un caldo de carne potente. Hay que hervirlo, diluir una cucharadita de maicena y añadir la mitad del vino de oporto. La otra mitad la reduciremos con un sofrito de cebolleta. Después solo hay que combinar ambas preparaciones y añadir mantequilla. En la base, justo debajo del solomillo, hay manzana cortada en rodajas y asada con azúcar y canela . El solomillo solo hay que pasarlo por la plancha unos minutos y después meterlos en el horno con el queso de cabra encima para gratinarlo. Para terminar, solo habrá que servir estas deliciosas torres de tres pisos (manzana, solomillo y queso) y regarlas con nuestra maravillosa salsa de vino de oporto. Para darle un toque todavía más sofisticado, pon unos granitos de pimienta rosa por encima, sal en escamas y una ramita de tomillo. El resultado es absolutamente espectacular. Consejos: El punto del solomillo es clave para que este plato quede bien. Cada comensal suele preferirlo más o menos hecho pero ten la precaución de no pasarlos demasiado en la plancha porque luego, cuando lo metas en el horno se hará un poco más y puede quedar algo pasado. No obstante, la salsa de oporto y el propio queso le darán untuosidad al comerlo así que si se pasa ligeramente tampoco será un drama.