Los semifríos son postres ligeros y muy ricos ideales tras una comida demasiado copiosa o para quitarnos el ansia de dulce un día cualquiera. Se preparan más o menos rápido y luego se acompañan de frutas. Nosotras en este caso hemos elegido granada y caquis por ser dos frutas que están de temporada durante el invierno y que no comemos tan a menudo como un plátano o una manzana y dan cierto toque exótico. Pero en realidad, estos semifríos se pueden acompañar de la fruta que te apetezca. La base de este postre son los yogures de soja, una buena alternativa a los tradicionales para aquellas personas que no pueden o no quieren consumir lácteos por el motivo que sea. Los mezclamos con las yemas batidas con azúcar y miel. Y luego añadimos las claras montadas a punto de nieve. Después solo hay que poner los semifríos en moldes individuales o en un molde grande y meterlos al congelador donde tendremos que dejarlos unas tres horas para que tomen la textura adecuada. Ya solo queda cortar la fruta con un poquito de gracia y decorar los semifríos una vez los desmoldemos con ellas y con unos copos de avena. Consejos: Si no quieres, puedes no ponerle ni miel ni azúcar a esta preparación ya que los yogures ya suelen llevarlos de por si. Todo depende del nivel de dulzor al que estés acostumbrado. Para desgranar la granada con facilidad, golpéala con el dorso de una cuchara antes de abrirla.