Aunque hay fechas señaladas en el calendario en las que es tradición comer rosquillas , lo cierto es que este postre de la abuela es ideal para disfrutar todo el año. La masa es bien fácil de preparar, con ingredientes básicos y económicos : harina, huevos, mantequilla, azúcar, levadura y ralladura de piel de naranja, que les da un sabor cítrico delicioso a las rosquillas. Una vez consigues una masa que se despegue de las manos, ya puedes formar las rosquillas . En la receta estiramos la masa y cortamos tiras, pero también puedes coger porciones de la masa y hacer un rulo con ella haciéndola rodar sobre la encimera con la palma de la mano. Luego, unes los extremos de este rulo y ya tienes la rosquilla formada. Alternativas a tus rosquillas de la abuela Puedes dar otros sabores a tus rosquillas simplemente variando alguno de los ingredientes que añadimos para saborizar: El anís puedes sustituirlo por un vino dulce (tipo moscatel o Pedro Ximénez) o por un chorrito de ron. Ya verás que el resultado final es totalmente distinto y también delicioso. En lugar de ralladura de naranja, emplea ralladura de limón para tus rosquillas. O, si lo prefieres, mezcla ralladura de las dos frutas. Puedes espolvorear las rosquillas, una vez fritas, con azúcar glas. Hazlo justo antes de servirlas, para que las rosquillas no absorban el azúcar y este no se aprecie. O, si prefieres rebozarlas en azúcar como en esta receta, añade una cucharadita de canela al azúcar y añadirás un plus de sabor. Otras recetas riquísimas de rosquillas: