Una fuente llena a rebosar de rigatoni gratinados con queso es la solución perfecta para satisfacer a todos los comensales. En esta receta elaboramos una especie de bechamel con queso Cheddar y parmesano para mezclar con la pasta. Estos quesos se pueden reemplazar por otros que no sean acuosos. Para evitar que la pasta quede seca, es importante que la salsa sea poco espesa y abundante ya que, al pasar por el horno, se espesará y reducirá. Rematamos este delicioso plato con una capa de mantequilla derretida, pan rallado y más queso para conseguir que el bocado sea a la vez crujiente , cremoso y fundente . Los rigatoni es un tipo de pasta grande y cilíndrica con crestas en el exterior que ayudan a que la salsa se adhiera mejor a la pasta. Si no los puedes encontrar en el supermercado, sustitúyelos por macarrones. ¿Te sobran rigatoni? Prueba el pastel de rigatoni con boloñesa de cordero , los rigatoni al horno y los rigatonis rellenos de sardina . Variantes de los rigatoni gratinados con queso: Especia la salsa de mantequilla, leche, harina y queso con unas pizcas de nuez moscada. Aumenta la presencia del queso y añade Gruyère junto con el Cheddar y el parmesano. Para la versión sin gluten, intercambia la harina de la salsa por maicena (almidón de maíz). Dale un giro punzante a la salsa y agrégale un par de cucharaditas de mostaza francesa. Como toque final, esparce orégano antes de gratinar los rigatoni o albahaca fresca picada al servir el plato.