Los revueltos son uno de esos platos comodín a los que podemos recurrir en cualquier circunstancia . Solo hace falta que nos hayamos acordado de comprar huevos, claro. Pero el resto está solucionado porque con cualquier otro ingrediente que encuentres en la cocina , puedes montar un revuelto bastante aparente. En este caso, nos hemos decantado por todo un clásico, el revuelto de setas con jamón. La única licencia que nos hemos permitido, para darle un toque más especial y que no sea solo un salteado con un poco de huevo, es la de agregarle nata líquida o crema de leche. Con esto lo que vamos a conseguir es que el resultado sea mucho más jugoso (y solo un poquito más calórico). También hemos optado por añadir unas tostadas de pan. No solo decoran, también ponen un punto crujiente irresistible. ¿Qué setas escoger? Pues lo cierto es que sirve cualquier tipo de seta que encuentres de temporada en el mercado. Incluso unos champiñones frescos va a quedar de maravilla. ¿No tienes? Entonces recurre a las setas en conserva, son un recurso de esos que no pueden faltar en tu despensa para cuando tengas que improvisar una cena rápida. Consejos: Si el huevo se ha cocinado en exceso, puedes echar una yema cruda a la sartén , mezclarla con el revoltillo y servir. Así le devolverás la jugosidad que puede haber perdido al cuajarse tanto. Los taquitos de jamón siempre ponen un punto de alegría a cualquier plato en el que las verduras son las protagonistas pero no son imprescindibles. De hecho, puedes cambiarlos por taquitos de otro tipo de embutido, recurrir al salmón ahumado (ponlo una vez hayas sacado el revuelto del fuego) o incluso con otros vegetales como los ajetes o una simple cebolla pochada.