Una base crujiente de galleta triturada con mantequilla y un relleno cremoso a base de queso crema, nata y azúcar. ¿Te suena? Son, a grandes rasgos, los ingredientes que definen la tarta de queso sin horno . Son los ingredientes básicos, porque a estos se les puede añadir otros para variar el sabor final de este postre facilísimo de hacer , en el que lo más complicado es tener la paciencia suficiente para que la gelatina haga su trabajo y dé cuerpo al relleno durante el reposo en la nevera. Y la verdad es que la espera puede hacerse larga, porque la tarta de queso sin horno es uno de los dulces más deliciosos del mundo. Hoy, en Cocina Fácil queremos ir un paso más allá en el mundo de las tartas de queso sin horno. Y elaboramos una a la que añadimos un sabor distintivo que la transforma en una tarta fresca y refrescante , ideal para finalizar una comida contundente. Porque, gracias al ingrediente extra, esta tarta de queso se vuelve más ligera al paladar, menos pesada. ¿Y cuál es ese ingrediente mágico? El limón . Lo integramos en zumo y también en ralladura a la mezcla del relleno y luego lo utilizamos también para decorar la tarta: más ralladura y unas rodajas de limón en almíbar que te contamos luego cómo hacer. ¿Cómo hacer limón en almíbar? Es realmente muy sencillo, pues solo consiste en hervir las rodajas de limón en un almíbar denso, aproximadamente unos 20 minutos. Tras ese tiempo, las rodajas de limón siguen enteras pero ya han absorbido parte del almíbar, con lo que están ácidas y a la vez dulces. La proporción de azúcar y agua para conseguir un almíbar espeso es esta: 250 gramos de azúcar por 225 mililitros de agua. Los ponemos en un cazo al fuego y los llevamos a ebullición. El almíbar estará listo cuando el azúcar se haya disuelto por completo y obtengas un líquido viscoso.