En un cuenco, acompañado por unos sencillos nachos, untado sobre una hamburguesa, como guarnición de un plato de carne o de pescado… ¡Qué rico está el guacamole ! Esta salsa, creada por los aztecas alrededor del siglo XV, ha conquistado los paladares de todo el mundo. Y no es para menos, el guacamole pone una nota de color y de sabor a todo tipo de platos. Además, tiene una ventaja más, se hace con poquísimos ingredientes. ¿Te atreves a prepararlo? La clave para que el guacamole quede exquisito es escoger bien los aguacates . Para saber que están en su punto justo de maduración, presiona la piel ligeramente con la yema de los dedos y, si cede con facilidad, entonces están listos. También puedes quitarles el pedúnculo y comprobar de qué color es el hueco que queda: si es amarillento, estará perfecto. Respecto a la salsa , un auténtico guacamole tiene que tener una textura grumosa , en la que se aprecien los distintos ingredientes. Para conseguirlo, no uses batidora o te quedará una salsa demasiado fina. Lo ideal es chafar los aguacates con un tenedor o utilizar un mortero. Si lo haces así, el éxito está asegurado. Consejos y variantes para el guacamole Para acelerar la maduración de los aguacates , envuélvelos en papel de periódico y déjalos fuera de la nevera al lado de unos plátanos. En unos pocos días ya estarán listos para consumir. Puedes sustituir el chile jalapeño por salsa Tabasco . En lugar de lima, puedes optar por una naranja . Si quieres que tu guacamole tenga un punto crujiente, agrega un rabanito picado o media manzana ácida . Si te han entrado ganas de descubrir otras receta con aguacate, no te pierdas los tacos con aguacate, huevo frito y bacon , el aguacate relleno con salmón ahumado o la ensalada de aguacate en cestitas de pan .