La familia del gazpacho es rica en variedad y en sabores. La porra de naranja quizá no sea una de las sopas frías más conocidas, pero sí una de las más arraigadas al recetario malagueño . Cuenta el historiador Fernando Rueda que antaño, cuando no había tomate en invierno, se podía sustituir por la naranja, preferiblemente la llamada agraz, que no es tan dulce. De la humilde mezcla del zumo de las naranjas, el pan, el aceite y la sal resulta una porra de consistencia más densa que el resto de gazpachos y ajoblancos. El vinagre no entra en la fórmula porque el grado de acidez ya lo aporta la propia naranja. En esta receta el quid de la cuestión es que después de hacer el zumo, el pan tenga un tiempo para empaparse (igual que en un gazpacho hacemos lo propio con agua), para que los ingredientes se integren antes de ser triturados. En esta ocasión, servimos la porra con ventresca y aceitunas , para lograr un plato completo, nutritivo y lleno de sabor en cualquier momento del año. Si te gusta preparar elaboraciones similares, puedes seguir con alguna de estas 7 sopas frías fáciles y refrescantes (gazpacho, salmorejo, ajoblanco, vichyssoise...) . También puedes consultar en nuestra Escuela de Cocina: Cómo transformar tu buenísimo gazpacho en un gazpacho de matrícula . Como último apunte antes de la receta: una de las mejores porras de naranja se elabora en Arte de Cozina (Antequera), donde su chef Charo Carmona brinda una carta que recupera platos tradicionales de la comarca y de la provincia malagueña.