Las pizzas blancas , como la que te proponemos hoy, son pizzas que no incorporan la clásica base de salsa de tomate, por eso se les llama así, pizza bianca en su denominación italiana original. El queso se extiende directamente sobre la masa y las pizzas blancas suelen ser las de mezclas de quesos, como la tradicional cuatro quesos (o cinco, o seis...), enriquecidas con alguna hierba aromática fresca, en la mayoría de casos albahaca. Nuestra receta de hoy lleva queso , claro (¡cómo no iba a llevar queso una pizza!), pero hemos elegido uno muy nuestro, la tetilla gallega , uno de los alimentos más representativos de Galicia, con denominación de origen protegida. El queso de tetilla es un queso de sabor suave y textura cremosa, elaborado con leche de vaca y con una forma muy característica, de mama o teta, lo que le da nombre. Si te gusta, puedes usar también queso de tetilla ahumado, le dará un toque muy original a la pizza. Si eres de los de finde=pizza o te apetece una pizza para cenar cualquier noche, puedes decantarte por una opción clásica, como la pizza 4 estaciones con champiñones y jamón , una de sabor más fuerte como la pizza de gorgonzola con jamón, pera y nueces o una de forma innovadora, la corona de pizza de verduras y queso fresco . Tienes muchas otras alternativas en nuestra sección de pizzas caseras . Alternativas a la pizza de berenjenas y calabacín: Añade una cebolla cortada en plumas, ya sea cruda o previamente caramelizada. El pimiento también es muy habitual en las pizzas vegetales. Sofríelo ligeramente en una sartén, cortado a tiras, antes de añadirlo a la pizza o utiliza pimiento asado o del Piquillo. Puedes añadir también unos tomates cherry cortados por la mitad, o en cuartos, o unas rodajas de tomate maduro.