Cuando en las casas de la posguerra una barrita diminuta de turrón de guirlache (como mucho) era el regalo que traían los Reyes a los niños más afortunados y no había sobreabundancia de postres, turrones o dulces, en las fechas señaladas se cocinaban postres con lo que había por casa. Por tierras de Soria y La Rioja , las peras al vino eran un postre que solían cocinar las abuelas para Nochebuena , aunque es una tradición que se está perdiendo. También le llamaban " perolo " y no tenía más complicación de ingredientes que unas peras, vino tinto, especias, azúcar y paciencia. Si quieres una versión más sofisticada de la receta, con vino blanco y helado de canela, mira esta otra propuesta: Más ideas con peras: