Las patatas revolconas son un plato típico de Ávila pero esta receta es una vuelta de tuerca al clásico plato que se sirve en esta provincia y sus alrededores. Aquí hemos sustituido el tocino y el chorizo con el que suelen acompañarse las patatas por un salteado de setas. Aun así, el plato conserva toda su esencia gracias al refrito de ajo de pimentón con el que se riegan. De este modo restamos un buen número de calorías al plato sin que el sabor se vea perjudicado en lo más mínimo. No obstante, la clave para que este plato quede al más puro estilo de Ávila es la manera en la que machacamos las patatas. No hay que triturarlas por completo sino chafarlas. Para ello, usa un tenedor y no insistas demasiado en que quede sin grumos, ¡son parte de su gracia! Para presentarlo, usa un aro de repostería, un cortapastas circular o corta una botella de agua transversalmente para lograr un molde y crear así la forma de timbal que embellece cualquier preparación. Consejos: Procura que el pimentón no se queme cuando lo agregues al aceite. Una vez estén bien fritos los ajos, añádelo y dale un par de vueltas antes de mezclarlo con las patatas. Si no estás muy a favor de comer el ajo, retíralo de la sartén una vez esté frito. Habrá dejado su sabor pero luego no te lo encontrarás masticando las patatas.