Esta pastel de espinaca y patata queda precioso con los copetes de puré que se colocan y gratinan por encima. Y no solo es bonita la presentación, el relleno queda exquisito: junto al puré de patata casero añadimos unas espinacas con piñones, pasas y beicon. Si no sueles preparar puré casero , hazlo, es superfácil y queda suavísimo, nada que ver con los sobres comprados, aunque si no tienes mucho tiempo, tampoco es mala opción. Solo hay que hervir las patatas unos 40 minutos y pasarlas por el pasapurés con leche caliente, mantequilla y huevo. El puré sirve para montar el pastel, que luego rellenamos con la mezcla de espinacas y también para formar los copetes superiores. Las espinacas dan un contraste de sabor y color a muchos pasteles salados, como este de salmón y espinacas , al hojaldre relleno de espinacas y setas o a una tarta de huevos y espinacas a los dos quesos . Consejos para un pastel de espinaca y patata perfecto Las espinacas. En esta receta hemos utilizado espinacas congeladas. Primero hay que descongelarlas y escurrirlas bien antes de saltearlas. Pero si las compras frescas solo tienes que hervirlas o cocerlas al vapor 5 minutos y el sabor siempre es más intenso. Puedes sustituir el beicon por taquitos de jamón serrano, de pavo o jamón cocido o incluso de morcilla, que le dará un sabor y color más intensos. Además de los copetes de puré, dibujados con una manga pastlera, puedes espolvorear un poco de queso rallado por la superficie antes de gratinar. Descárgate GRATIS nuestro eBook con 25 recetas de bizcochos solo por registrarte en nuestra web.