Pan de cañada, el pan de los pastores aragoneses

Tesoro de nuestra cultura gastronómica más tradicional, este pan plano con aceite te cautivará por su textura esponjosa y su delicioso sabor

Rosa Mestres
Rosa Mestres

Periodista especializada en gastronomía

Cañada de Aragón
Wikipedia/María Albalau
4 personas

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Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Muy popular en el bajo Aragón, aunque también se pueden encontrar en todas las provincias aragonesas, el pan de cañada es una torta aceitada tradicional, de forma plana y oblonga, que vale la pena conocer.

Con una corteza de intenso color dorado y ligeramente crujiente, este pan, llamado simplemente cañada o también raspao, guitarra, bollo o torta floja, según la zona en la que se realiza, destaca por tener unas hendiduras en forma de acanaladuras por su superficie o unos hoyuelos. Por lo que se refiere a su miga, es húmeda, esponjosa y tiene abundantes alveolos.

Ingredientes paraPan de cañada, el pan de los pastores aragoneses

  • 400 gramos de Harina de Fuerza
  • 220 mililitros de Agua
  • 20 gramos de levadura fresca
  • 100 mililitros de Aceite de oliva virgen extra
  • 5 gramos de Sal

1. Prepara la masa

Coloca el agua y la levadura en un cuenco amplio y mezcla bien. Agrega la harina tamizada, la mitad del aceite y la sal y remueve con una cuchara o las manos hasta que quede una masa homogénea.

2. Déjala reposar

Forma una bola, cubre con un paño y deja reposar durante 1 hora o hasta que doble su volumen.

3. Cuécela en el horno

Precalienta el horno a 220 °C. Unta con aceite una bandeja de horno. Extiende la masa dándole forma ovalada y forma unas hendiduras a lo largo a lo largo. Pincela con el resto del aceite. Hornea la masa, con calor arriba y abajo, durante 20 minutos o hasta que este doradita. Retira del horno y deja enfriar antes de servir.

Elaborado con harina de trigo, agua, levadura y sal, este pan tiene la peculiaridad que una vez hecha la masa y antes de entrar en el horno, se unta con aceite de oliva virgen extra, que actúa como un conservante natural. Esto era una gran ventaja en tiempos en los que los pastores trashumantes viajaban con el ganado a través de las cañadas, ya que el pan se mantenía tierno más tiempo y lo podían llevar en el zurrón durante las varias semanas.

Ideal para preparar deliciosos bocadillos de ternasco de Aragón, el pan de cañada también se puede servir con queso, jamón ibérico u otros embutidos o para acompañar una buena cena. En algunas panaderías también se prepara el pan de cañada dulce, perfecto para tomar en el desayuno o la hora de la merienda. 

Curiosidades y variantes

  • Desde el año 2008, el pan de cañada está amparado por la marca C’Alial, un sello de garantía de calidad del Gobierno de Aragón. Otros panes artesanales que también tienen este sello son el chusco, el pan de pintera o pintadera de Teruel, y el pan de cinta de Zaragoza.
  • Antes de introducir el pan en el horno, y una vez aceitado, puedes espolvorear la superficie con un poco de pimentón y también puedes añadir sal en escamas.
  • Si te apetece elaborar un pan de cañada dulce, agrega el azúcar antes de hornear. También puede verter un chorrito de anís.

 

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