Aunque pueda parecer algo inusual utilizar calabacín en la repostería , en realidad, las verduras desempeñan un papel sorprendente en el mundo de los dulces. Un buen ejemplo son los postres con zanahoria y calabaza . En este bizcocho, se combina la suavidad del calabacín con la f rescura cítrica del limón, y se remata con un glaseado que realza aún más el sabor a limón. Un pastel perfecto para el desayuno , la merienda, un bocadillo a media mañana o como acompañamiento para un café o té en cualquier momento del día… Los ingredientes para prepararlo son bastante sencillos, y si no tienes buttermilk, puedes sustituirla por 100 ml de leche mezclada con 1 cucharada de zumo de limón. ¡Un placer para todos los momentos! Escuchar combinar en un mismo plato calabacín y limón está bien, pero en un postre... nos puede extrañar. Te animamos a probarlo porque alucinarás con el sabor, la textura y la cantidad de ventajas que tiene la receta. Para empezar, hacer uso del calabacín es lo que aporta la textura tan jugosa que se consigue en el bizcocho y tiene muchísimas ventajas para nuestra salud . El calabacín es una verdura rica en agua y fibra , lo que hace que este bizcocho sea un postre ligero en comparación con otros. Y aunque no es un ingrediente típico en repostería, se integra de una manera tan sutil que la mayoría de las personas que prueban este postre, no lo notan . Además, la ralladura de limón da un toque cítrico que hace un buen contraste con el calabacín, consiguiendo un equilibrio delicioso entre dulce y ácido . Si tienes una reunión en la que hay alguien intolerante al gluten , puedes seguir preparando este bizcocho y hacerlo con harinas alternativas como la de almendra o avena . Este bizcocho es perfecto tanto para un desayuno ligero como para acompañar una merienda o para servir como postre en una comida o cena con familia o amigos. ¡El resultado siempre será un éxito en la mesa ! ¿A qué esperas para probarlo?