Si hay un postre que te hace viajar a la infancia , ese postre son las natillas. Su textura suave, su dulzor único... son inigualables, y si las acompañas con unas deliciosas galletas se convierten en un manjar de dioses. Como sucede con muchas otras recetas deliciosas, las natillas son un postre de lo más sencillo de preparar, que además tendrás listas en muy poco tiempo . Y puedes prepararlas con antelación, guardarlas en la nevera y sacarlas media horita antes de comer para que se atemperen un poco y no estén tan frías (aunque en verano apetecen bien fresquitas, tú mismo). Descubre otras recetas de natillas, como estas a la vainilla , unas deliciosas natillas de chocolate caseras o unas insuperables natillas al caramelo con hojaldritos . No será por ideas... Y si no encuentras grosellas, no pasa nada. Puedes sustituirlas por arándanos, fresas silvestres, fresones laminados... El toque de la fruta no es solo decorativo, que también, en este caso la acidez de la grosella combina muy bien con el dulzor de las natillas.