Sin lugar a dudas, los muffins salados son una de esas elaboraciones que, a la que llegan a la mesa, siempre triunfan. Y es que, además de ser estéticamente muy bonitos, cautivan a todo el mundo por su textura suave y blandita. Hoy te descubrimos cómo realizar unos con queso manchego , pasas y frutos secos . Están tan sabrosos que se convertirán en una de las estrellas de tu recetario personal. Muy sencillos de hacer, el encanto de los muffins es que queden muy esponjosos. Para conseguirlo, es importante mezclar los ingredientes secos en un bol y los húmedos en otro. Luego, deberás unirlos poco a poco y removiendo suavemente. Y un apunte más: los muffins durante la cocción suben bastante y se pueden desbordar. Para que eso no ocurra, en el momento de verter la masa en los moldes, deja un tercio sin rellenar. Si sigues estos dos consejos, te quedarán perfectos. ¿Te han entrado ganas de descubrir otras recetas similares? No te pierdas los muffins de espinacas y champiñones , los muffins de huevo duro o los muffins de lentejas rojas con crumble especiado y calabaza marinada en kombucha . Consejos y variantes para los muffins salados Si deseas que los muffins queden más vistosos, coloca, encima de cada uno, una lámina de champiñón o de zanahoria, o unas aceitunas picaditas. Para que no se quemen, hazlo unos minutos antes de terminar la cocción en el horno. Otra opción es, una vez horneados, cubrirlos con semillas de sésamo, frutos secos picados o virutas de jamón serrano. También puedes hacerles un copete con un poco de salsa de yogur, con crema de aguacate o con hummus. Una vez hechos, saca la bandeja para que se enfríen y pasa una puntilla alrededor de cada muffin. Así los despegarás sin problemas.