En cada bocado, exquisitas capas de patatas delicadamente confitadas aderezadas con una sabrosa salsa de tomate con carne picada , la cremosidad de la bechamel de mozzarella y, finalmente, el crujiente del gratinado de queso rallado. Imposible que no entusiasme hasta a los comensales más exigentes. Para confitar las patatas correctamente, el aceite nunca puede estar muy caliente ni debe burbujear. Es decir, debemos mantenerlo por debajo de los 100º durante un tiempo prolongado. Si no tienes un termómetro apto para cocinar, guíate por el número de los controles de los quemadores de la cocina. Por ejemplo, si tiene una potencia de 9, mantenla a 3 y si la tiene de 10, al 4. Lo bueno de esta técnica de cocción es que, como se trabaja con el aceite a baja temperatura, mantiene sus propiedades casi intactas y se puede volver a utilizar para hacer otras frituras. ¿Te gusta la vistosidad y elegancia de los platos montados en milhojas? Échale un vistazo al milhojas de berenjena, tomate y mozzarella , milhojas de hortalizas , milhojas de patata, pimiento y cebolla y milhojas de tortilla y tomate . Variantes del milhojas de patata con bechamel y queso: Para potenciar el sabor de la salsa de tomate e intensificar su color, echa un chorrito de vino tinto. En caso de no tener mozzarella, sustitúyela por quesos fundentes tipo emmental. La salvia es intercambiable por cualquier otra hierba aromática; mejorana, romero, tomillo, orégano, etc.