La única desventaja que tiene hacer esta receta es que tienes que acordarte de dejar preparado el adobo para el pescado el día de antes porque el resto son todo pros. Se hace en un pispás y queda riquísima con esa vinagreta tan original de frambuesas. Es ideal para preparar una cena rica en un día especial o simplemente en previsión de que vayamos a tener un día de esos complicados y necesitemos un plato que nos devuelva a la vida al llegar a casa. El pescado en adobo y en concreto el mero en adobo son una auténtica delicia. Preparar los ingredientes para macerarlo es sencillo, solo hay que combinar un poco de mostaza antigua con jengibre fresco rallado, aceite y vinagre . Más fácil imposible. Lo mejor es que al comerlo así, ya habremos retirado todas las espinas y aunque es más laborioso en el momento de la preparación previa, luego es una delicia. Después solo habrá que rebozar el pescado y freírlo en una cantidad de aceite de oliva virgen extra. Se puede comer tal cuál o acompañado de una salsa de mayonesa pero si preparamos la vinagreta de frambuesa no solo estaremos comiendo un plato más saludable sino que ganaremos mucho en contraste de sabores. Consejos: Aquí te proponemos servir el pescado frito casi a modo de ensalada con la rúcula y el queso manchego cortado en triangulitos pero puedes hacer una ensalada en cantidad y tomarla aparte como primer plato. Para hacer la vinagreta basta con batir con el tenedor si queremos que las frambuesas queden enteras como en la imagen . Si pretendemos que quede una vinagreta más fina, habrá que echar mano de la batidora eléctrica para triturar bien la fruta.