Se desconoce el origen del curioso nombre de esta tapa típica de bares y tascas tradicionales, pero también podrían llamarse croquetas de mejillón porque la base del relleno de los moluscos es una bechamel clásica. Gracias a la versatilidad de este, existen centenares de versiones. La nuestra es de sabor suave; omite la salsa picante y el tomate. Solo lleva pimientos de varios colores, cebolla y ajo. El truco para conseguir que los mejillones tigre te queden deliciosos está en la bechamel y en la calidad del marisco. Cuanto más consistente sea la salsa, mejor te quedará el plato. Mira en nuestro vídeo cómo hacerla, paso a paso: Comprueba que los moluscos son realmente frescos observando sus conchas; deben estar mojadas, verse brillantes, tener un color negro-azulado y oler a mar. Si los mejillones rellenos son tu debilidad, prueba los mejillones gratinados con huevo duro y tomate , los mejillones al vapor con pico de gallo y los mejillones en tempura con espuma de tomate . Variantes de los mejillones tigre: Intensifica el sabor a mar y pica gambas o langostinos cocidos y añádelos al relleno. Echa una pizca de cayena molida o unas gotitas de salsa de Tabasco a la bechamel para darle un giro picante al plato. Si eres de cítricos, esparce un chorrito de zumo de limón a los mejillones justo antes de servirlos. Para aromatizar más la receta, añade un chorrito de vino blanco a la cazuela donde vayas a cocer los mejillones al vapor.