Si eres fan del calabacín , estás de enhorabuena. Hemos preparado un plato que te va a encantar. Se trata de una lasaña de calabacín con crujiente de pan rallado y hierbas aromáticas . Elaborada sin las clásicas láminas de pasta, esta receta es perfecta para servir de primero o, incluso, para tomar en una cena ligera. Además, queda muy suave, jugosa y con un delicado sabor a campo. La clave, para que esta lasaña esté deliciosa, es cortar los calabacines en láminas muy finas. Para conseguirlo puedes usar una mandolina, pero si no la tienes, también puedes cortarlos con la ayuda de un cuchillo. Luego, blanquéalas por tandas, déjalas en un recipiente con agua fría para que la piel no pierda su bonito color verde y empieza a montar la lasaña. Coloca el crujiente de pan rallado y, luego, sigue con capas de calabacín, salsa de tomate , jamón de York y queso . Termina con una capa de calabacín, esparce el pan rallado y hornea. Quedará perfecta. Preséntala enseguida en la misma fuente y con un poco de cebollino picado por encima. No habrá nadie que se resista. Si te han entrado ganas de preparar más recetas con calabacín, no te pierdas la tartaleta de calabacín, cebolleta y queso azul , los flanecitos de calabacín con tomate o los paquetitos de calabacín y mejillones . Están exquisitos. Otras ideas para enriquecer la lasaña de calabacín Más sabor. Corta una cebolla en juliana, póchala en una sartén y colócala entre el calabacín y la salsa de tomate frito. También puedes añadir unos champiñones cortados en láminas finas y salteados ligeramente. Y si quieres que la mezcla de pan rallado y hierbas aromáticas esté todavía más rica, agrega un poco de ajo en polvo. Con tomate natural. Puedes sustituir el tomate frito por tomate cortado en rodajas. Con otras verduras. La receta de hoy lleva calabacín como ingrediente principal, pero también la puedes hacer con berenjenas. En lugar de hervir la berenjena, pásala unos segundos por una plancha con unas gotas de aceite. Queso fundente. Para realizar esta receta, elige un queso en lonchas que funda bien, tipo cheddar o gouda. Y si quieres un toque más intenso, atrévete con el queso azul. Toque final. En el momento de gratinar, esparce por encima unos piñones, almendras laminadas, pistachos…