La clásica mousse de limón es un postre delicioso que triunfa en todas sus versione, desde la más sencilla. Esta forma de prepararla es un poco más elaborada, ya que requiere diferentes preparaciones, pero solo requiere paciencia, ya que no es nada complicada y el resultado es espectacular. La base de hojaldre en la que se sirve la mousse de limón le da un toque crujiente delicioso y hace que sea un postre ideal para servir cuando tienes invitados. La base debe quedar fina y crujiente, por lo que hay que evitar que suba al hornear. Se consigue fácilmente poniendo la lámina entre dos hojas de papel de horno y otra bandeja encima que haga de peso, horno con calor arriba y abajo sin ventilador y el tiempo necesario para que quede dorada. Si las mousses son tu postre favorito no dudes en preparar esta clásica mousse de chocolate o esta mousse de frambuesas . También puedes prepararlas en versión pastel y triunfar con esta mousse de turrón de Jijona o este corazón de mousse de dos chocolates. Trucos para una mousse de limón perfecta Utiliza limones de buena calidad, y si es posible, mejor ecológicos, así en caso de utilizar la ralladura de limón te aseguras que no haya químicos en la piel. Si no puedes comprar limones ecológicos asegúrate de lavarlos muy bien. Es importante colar el zumo de limón para quitarle los rastros de pulpa y que tenga una textura más delicada sin tropezones. Usa una batidora eléctrica con accesorio de varillas, a mano será difícil montar la nata y las claras con la textura que necesita la mousse de limón.