Disfrutar de un helado casero con un intenso sabor a café , es muy sencillo si sigues esta receta. Se prepara con una base de yemas de huevo con almíbar que se baten al baño maría para emulsionar. Esta textura de las yemas junto a la nata montada, dan al helado una textura muy cremosa. Para darle el sabor, añade café soluble en la cantidad necesaria para dejarlo a tu gusto, más o menos intenso, y el toque suave y fragante de la vainilla . La técnica para no utilizar una heladera es sencilla aunque laboriosa. Una vez preparada la mezcla, debes meter el helado en el congelador entre 3 o 4 horas y cada 30 minutos sacar para batir, con tenedor o con unas varillas, y evitar así que cristalice. Si quieres iniciarte en el mundo de los helados caseros, te dejamos unas cuantas ideas para preparar. Prueba este helado de nata con praliné de avellana , este helado de chocolate y yogur o estos riquísimos vasitos de helado de vainilla con cookies . ¡No sabrás por cuál empezar! Consejos para un helado de café perfecto Además de remover la mezcla cada 30 minutos cuando congelamos el helado, hay algunos ingredientes que ayudan a evitar la formación de los cristales de hielo como la miel, el azúcar invertido o el alcohol, pero hay que controlar su uso: un 20% del total de la mezcla en el caso de los endulzantes, y un 20% si añadimos algún licor. La grasa es esencial como componente de un helado y la encontramos en la leche o la nata, en la yema de huevo, la mantequilla, etc. Un paso importante es introducir aire en la mezcla de nuestro helado, para lograr cremosidad, y eso lo conseguirás con el batido inicial de los ingredientes, tanto de las yemas como de la nata. Mejor hacerlo con unas varillas eléctricas.