Reconócelo, en cuanto los níscalos hacen acto de presencia en el mercado no puedes resistir la tentación de llevártelos a casa . Te gustan tanto que, si dependiera solo de ti, los añadirías a muchas de tus recetas. Pues lo mismo le pasa a mucha gente, porque ya sea por su gusto intenso o por su vistoso color naranja los níscalos o robellones son una de las setas más codiciadas del otoño. Los puedes preparar de mil maneras y siempre quedan bien, especialmente si se trata de risottos o de guisos, como este de gambas, patatas y níscalos. ¿Te apuntas? Para hacer esta receta elige siempre ingredientes frescos y de primera calidad, te gastarás algunos euros más pero cuando pruebes el guiso comprenderás por qué merece la pena hacer un pequeño esfuerzo. Si sigues este consejo y cortas las patatas como te indicamos más abajo, la salsa quedará en su punto y tu guiso será un éxito rotundo. Quedará mucho más sabroso si lo preparas la víspera y lo calientas, a fuego lento, unos minutos antes de servirlo. Cuando las temperaturas bajan los platos de cuchara con aire marinero, como este guiso aromático de gambas, patatas y níscalos, resultan de lo más reconfortantes. Si te ha gustado, no te pierdas este guiso de patatas con almejas , te encantará la nota picante que le da el pimentón, ni el guiso de mejillones con patatas y guisantes , aromatizado con vino blanco, o el guiso de rosada con patatas y huevo , con un toque de azafrán. También queda estupendo el guiso de judías con patatas y mejillones, que se sirve con una deliciosa salsita de perejil y los mejillones ensartados en brochetas. Consejos para que tu guiso aromático de gambas, patatas y níscalos quede perfecto La clave para triunfar con este guiso de gambas, patatas y níscalos está en que la salsa quede espesita y bien trabada. ¿Cómo conseguirlo? El truco está en trocear las patatas de modo especial para que suelten todo su almidón, es decir, hay que “chascarlas” en vez de cortarlas. Hacerlo es muy sencillo: clava la hoja de un cuchillo afilado en la carne de la patata, haz palanca y tira hacia atrás para rasgarla y obtener los trozos. Completa la receta incorporando al guiso de gambas, patatas y níscalos unas almejas y unos mejillones. Primero, cuece ambos al vapor, por separado, y desecha todos los que permanezcan cerrados. Esto es muy importante, ten en cuenta que si los moluscos no se abren probablemente estén en mal estado. Después, elimina las valvas vacías de las almejas y de los mejillones, y añádelos al guiso al final, junto con las gambas. También puedes utilizar setas secas; en ese caso utiliza menos cantidad, porque su sabor es más intenso. Y no te olvides de rehidratarlas antes de cocinarlas: colócalas en un cuenco, cúbrelas con agua fría y déjalas en remojo un par de horas. O, si tienes prisa, utiliza agua caliente y las tendrás listas en 30 minutos.