Estas galletas son muy simples de hacer pero son un detalle de lo más especial para regalar o para compartir con alguien en celebraciones de aniversarios, San Valentín o porque sí. Hacerlas ya es una manera muy clara de decir "te quiero" más todavía cuando les damos forma de corazón y las decoramos de esta manera tan original. Pero no te dejes asustar por lo preciosas que son porque no son nada complicadas de hacer. Al fin y al cabo, se trata de unas clásicas galletas de mantequilla cuya única particularidad es que la mitad de la masa va teñida de rojo. Cuando estiremos ambas masas, solo hay que c ortarlas con forma de corazón, hacer unas más grandes y otras más pequeñas y usar estas últimas para decorar las primeras invirtiendo los colores. Una vez que tenemos preparadas solo habrá que hornearlas unos pocos minutos. Es importante que no se nos doren de más para que los colores no se vean alterados y queden así de bonitas. Puedes servir estas galletas como postre después de una cena romántica , como merienda con amigos o familiares o incluso empaquetarlas de manera elegante y regalarlas el día de San Valentín a esa persona especial. Consejos: Si quieres hacerlas más coloridas puedes separar la masa en varias partes y teñirlas con la gama de color que prefieras para darle tu toque personal. También puedes cortar o dibujar palabras o frases con glaseado y personalizarlas al máximo para que sea un regalo todavía más especial para tu pareja.