Galletas caseras con cuajada y dulce de membrillo

Si te gustan los postres tradicionales, anímate a preparar estas cuajadas caseras con dulce de membrillo, galletas de mantequilla y un crujiente de caramelo con semillas de sésamo

Jani Paasikoski

Cuajadas con membrillo
Cocina Fácil / RBA / A.J.J. ESTUDI, S.C.P.
4 personas
60 min
273 Cal

5

(10 votos)

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Técnica mixta

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Media

Si tienes experiencia con los postres y estás buscando uno con el que dejar con la boca abierta a tus invitados, este puede ser un candidato ideal. Lleva tres elaboraciones diferentes y te puede quedar tan bonito y sofisticado como los de la imagen.

En realidad no es un postre excesivamente complicado de realizar, pero sí que hay que darse algo de mañana con el dulce y controlar bien las cantidades y las temperaturas que hay que alcanzar.

Ingredientes paraGalletas caseras con cuajada y dulce de membrillo

  • Para la cuajada
  • 600 mililitros de Leche
  • 50 gramos de Azúcar
  • 2 gotas de Cuajo
  • 3 hojas de Gelatina
  • Para las galletas
  • 115 gramos de Mantequilla
  • 100 gramos de Azúcar Glas
  • 1 Huevo
  • 1 pizca de Vainilla en polvo
  • pizca de Sal
  • 245 gramos de Harina
  • 1 cucharadita de Levadura En Polvo
  • Para el crujiente
  • 100 gramos de Azúcar
  • 20 gramos de Semillas De Sésamo Negro
  • Para decorar
  • 40 gramos de Dulce De Membrillo

1. Prepara las cuajadas

Remoja las hojas de gelatina en agua fría hasta que se hidraten. Vierte la leche en un cazo y agrega el azúcar; lleva a ebullición y retira del fuego. Escurre la gelatina, incorpórala a la leche y remueve hasta que esté completamente disuelta.

2. Reparte en un molde

Deja templar la leche hasta que alcance los 37º de temperatura, incorpora entonces el cuajo y mezcla. Reparte esta preparación en los 8 huecos de un molde de silicona y reserva en la nevera durante un mínimo de 2 horas, hasta que se cuaje completamente.

2. Reparte en un molde

3. Elabora las galletas

Trocea la mantequilla, pásala a un cuenco y déjala a temperatura ambiente hasta que esté a punto de pomada. Añade el azúcar glas y bate, con varillas eléctricas, hasta que esté cremosa. Casca el huevo, bátelo e incorpora la mitad al cuenco, con la sal y la vainilla.

4. Forma la bola de masa

Tamiza 225 g de harina con la levadura y agrégalas a la preparación anterior, poco a poco y removiendo hasta que estén bien integradas. Forma una bola con la masa resultante, envuélvela en film y deja reposar 30 minutos en la nevera.

5. Haz discos con el cortapastas

Precalienta el horno a 170º. Estira la masa con el rodillo, sobre una superficie enharinada, hasta que consigas una lámina de 5 mm de grosor. Córtala en 8 discos con un cortapastas redondo de un diámetro un poco mayor que el de las cuajadas y disponlos en la placa forrada con papel sulfurizado. Hornea las galletas 8 minutos, retíralas y deja que se enfríen del todo.

5. Haz discos con el cortapastas

6. Haz el crujiente

Calienta el azúcar con 2 cucharadas de agua en una sartén, hasta que alcance una temperatura de 165º, y retira. Vierte el caramelo obtenido sobre una fuente plana forradacon papel sulfurizado y muévela para extenderlo bien; debe quedar una plancha fina. Espolvoréala con el sésamo, deja enfriar completamente y pártela en trocitos con las manos.

7. Desmolda las cuajadas

Parte el membrillo en dados pequeños. Desmolda las cuajadas y colócalas sobre las galletas. Pincha en un lado de la superficie un trocito de crujiente de caramelo y decora con el membrillo. Sírvelas enseguida.

7. Desmolda las cuajadas

El truco

Congela las cuajadas y déjalas descongelar en la nevera, así no se romperán al desmoldarlas.

Primero se elabora la cuajada, es relativamente sencillo. Solo hay que controlar bien que la leche llegue a 37º antes de incorporar el cuajo. Luego se pone la preparación en unos moldes de silicona y se deja enfriar en la nevera durante 2 horas. También puedes congelarlas una vez transcurrido ese tiempo previo de enfriamiento en la nevera para evitar que se te rompan al desmoldarlas.

La segunda parte de esta receta pasa por elaborar unas galletas de mantequilla que nos van a servir como base para el postre. La receta es también bastante sencilla pero la dificultad radica en estirar bien la masa para que tenga el mismo grosor en todas las zonas. Luego se corta con el cortapastas y se hornea. Ahora solo queda hacer el crujiente de caramelo y cortar el membrillo en cubitos pequeños para adornar nuestras preciosas cuajadas.

Consejos para el postre

  • Imprescindible hacerse con un termómetro de cocina para asegurarte de que llegas a las temperaturas correctas en cada paso.
  • Si no te gusta el membrillo, puedes decorar las cuajadas con bayas y frutos rojos. ¡Quedarán preciosas!
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