Si tienes experiencia con los postres y estás buscando uno con el que dejar con la boca abierta a tus invitados, este puede ser un candidato ideal. Lleva tres elaboraciones diferentes y te puede quedar tan bonito y sofisticado como los de la imagen. En realidad no es un postre excesivamente complicado de realizar, pero sí que hay que darse algo de mañana con el dulce y controlar bien las cantidades y las temperaturas que hay que alcanzar. Primero se elabora la cuajada , es relativamente sencillo. Solo hay que controlar bien que la leche llegue a 37º antes de incorporar el cuajo. Luego se pone la preparación en unos moldes de silicona y se deja enfriar en la nevera durante 2 horas. También puedes congelarlas una vez transcurrido ese tiempo previo de enfriamiento en la nevera para evitar que se te rompan al desmoldarlas. La segunda parte de esta receta pasa por elaborar unas galletas de mantequilla que nos van a servir como base para el postre. La receta es también bastante sencilla pero la dificultad radica en estirar bien la masa para que tenga el mismo grosor en todas las zonas . Luego se corta con el cortapastas y se hornea. Ahora solo queda hacer el crujiente de caramelo y cortar el membrillo en cubitos pequeños para adornar nuestras preciosas cuajadas. Consejos para el postre Imprescindible hacerse con un termómetro de cocina para asegurarte de que llegas a las temperaturas correctas en cada paso. Si no te gusta el membrillo, puedes decorar las cuajadas con bayas y frutos rojos. ¡Quedarán preciosas!