Los fingers de pollo son uno de los platos preferidos de los peques... ¡y también de los mayores! Porque un buen pollo empanado o rebozado es pura delicia si está bien cocinado. ¿Qué significa bien cocinado? Pues crujiente por fuera, meloso y jugoso por dentro , con el punto justo de sal... Para controlar todos esos elementos, lo mejor es hacer el empanado en casa y buscar la mejor materia prima para hacer los fingers. En nuestra receta hemos usado pechugas de pollo enteras, cortadas en tiras alargadas, pero si no quieres andar cortando ni fileteando, nuestro consejo es que utilices solomillos de pechuga de pollo , son algo más caros pero son la parte más tierna de la pechuga de pollo y además, tienen la forma perfecta y el grosor ideal para ser rebozados. Los encontrarás en cualquier lineal del supermercado, pero también puedes pedirlos en tu carnicería habitual. El rebozado que te proponemos es otro de los toques originales de esta receta. Lo hacemos con maicena, huevo batido y coco rallado , así le damos al pollo un sutil sabor oriental que queda delicioso. Pero si prefieres un rebozado más clásico, no te pierdas los solomillos de pollo rebozados con patatas . Otros rebozados originales son los que utilizan kikos, como en nuestra receta de pollo crujiente con cogollos . Y si quieres un pollo rebozado con menos calorías, prueba con los bocaditos de pollo con salsa de miel y limón , que se cocinan al horno en lugar de fritos. Otras salsas fáciles para acompañar los fingers de pollo: Puedes preparar una mayonesa de pimientos asados, añadiendo a la mayonesa, una vez hecha, un trozo de pimiento asado y volviendo a batir para integrarlo. Prepara una salsa de quesos, derritiéndolos en un cazo con un poquito de mantequilla. Utiliza los quesos que más te gusten (gruyère, brie, emmental, manchego...) y, si te gusta el queso azul, añádele también un poquito.