La fabada es uno de esos platos llenos de sabor a tradición que cautivan a todo el mundo. Si te apetece cocinar en casa unas fabes auténticas, tal y como la hacían las abuelas asturianas, no te pierdas la receta de hoy. Es mucho más fácil de hacer de lo que piensas y, si sigues nuestros pasos, te quedará una fabada realmente exquisita. A la que la pruebes, se va a convertir en uno de tus clásicos culinarios. Para hacer una buena fabada, es fundamental la elección de las judías . Las mejores son las fabes de la granja. Se trata de unas alubias blancas, de forma arriñonada , muy suaves de piel y, si están bien cocidas, con un paladar mantecoso . Antes de cocerlas, es importante no saltarse el paso del remojo ya que, con este gesto, conseguirás que te queden más tiernas y se cocinen antes. Luego, una vez en la olla, déjalas cocer a fuego muy bajo durante unas 2 horas. Y, durante este tiempo, no te olvides añadir un poquito de agua fría dos veces para romper el hervor y 'asustarlas'. Así ayudarás a que se cuezan mejor y te quedarán… espectaculares. Si quieres conocer otras recetas asturianas, descubre cómo hacer el cachopo perfecto , el pastel de cabracho y el rape o pixín rebozado con salsa mayonesa . Consejos para la fabada tradicional Para reducir el tiempo de cocinado, puedes preparar la fabada en la olla exprés . Si, en algún momento de la cocción, tienes que remover las fabes, coge la olla por las asas y dale un ligero movimiento circular. Si el caldo ha quedado un poco líquido y quieres que tenga más consistencia, escurre algunas fabes, tritúralas y agrégalas a la fabada. Para potenciar más los sabores, puedes añadir unas hebras de azafrán a la cocción. Antes de incorporarlas, dilúyelas en un poco de caldo caliente.