Es posible que la ensalada César sea el plato con nombre propio más famoso del mundo. ¿Quién no la ha tomado alguna vez? Es un plato completo, muy rico y, aunque es más elaborado que otras recetas de ensalada , el resultado merece la pena. Sobre todo cuando nos tomamos la molestia de hacer nosotros mismos la salsa, que es la clave de esta delicia. Y no, no tiene tanto misterio y lleva unos ingredientes muy fáciles de conseguir. Pero, ¿sabes por qué se llama César esta ensalada? No, no tiene nada que ver con el famoso emperador romano. La ensalada César fue creada por un cocinero italiano pero en Tijuana, México en 1924. Su nombre era Remigio Murgia y la bautizó así en honor a su jefe, César Cardini. Esta receta, como tantas y tantas otras, nació de un apuro. Se trata de una ensalada de aprovechamiento en la que su inventor tuvo que echar mano de lo que tenía por ahí para satisfacer a sus invitados. Hoy en día se comercializan numerosas salsas César para ensaladas aunque con ciertas diferencias con la original. Y es que parece que nadie consigue ponerse de acuerdo en si esta llevaba o no anchoas o lo que le daba su sabor característico era la salsa Worcestershire. Nuestra versión lleva anchoas y te aseguramos que es una delicia. Consejos Existen numerosas versiones de la salsa César. Puedes completar esta con unas gotas de vinagre, salsa Worcester, una cucharadita de mostaza o, incluso, con unas gotas de salsa tabasco. También puede añadirse un poco de queso parmesano u otro queso fuerte a la salsa. Al final, debes encontrar la combinación de ingredientes que mejor se adapte a tus gustos y los de tus comensales. Para hacer los picatostes es mejor congelar previamente las rebanadas de pan. Hazlo de forma que queden separadas unas de otras , dispuestas sin amontonarlas. Bastará con que las metas en el congelador durante dos o tres horas. La idea es que no se congelen del todo, solo que se endurezcan para que cortarlas sea más sencillo. No obstante, si no eres tiquismiquis con la simetría puedes saltarte este paso y cortarlas de forma irregular antes de hornear directamente.