Los crepes son una delicia y pueden hacerse tanto dulces como salados . Nosotras vamos a centrarnos en los primeros para esta receta, de hecho, te vamos a contar cómo se hace uno de los postres más clásicos (y riquísimos) que hay: los crepes rellenos de nata y chocolate. Y es que la combinación de esa masa fina y crujiente con el dulce de la nata y el toque amargo del chocolate no puede estar más buena ni ser más sencilla de realizar. Hacer bien este postre tiene una sola clave: que los crepes queden bien finitos y no se nos peguen a la sartén . Y para ello, lo único que hay que hacer es extender bien la masa y tener la sartén bien engrasada (y que sea antiadherente). Lo habitual es siempre descartar el primer crepe que se prepara, puede servirte como ensayo para que el resto te queden mejor. Funde un dadito de mantequilla en la sartén extendiéndolo por toda la superficie. Luego vierte un cacito de masa y reparte la masa trazando círculos con la propia base del cazo . Hay que hacerlo rápido porque la masa se cuaja siempre muy rápido. También tienes que tener en cuenta que la sartén irá calentándose más conforme vayas avanzando en el cocinado así que acuérdate de ir bajando la potencia hacia el final para que las crepes no se te quemen. El resto, será coser y cantar, montar la nata no tiene ningún misterio y hacer la salsa de chocolate, menos todavía. Consejos: Para montar la nata más fácilmente refrigérala antes junto con los utensilios que vayas a utilizar (las varillas y el vaso de la batidora). Cuando la tengas a medio montar es cuando tienes que agregar el azúcar. Los crepes se pueden rellenar de múltiples maneras, solo con chocolate, solo con nata, con sirope de fresas, caramelo...