Los canónigos los consumimos habitualmente en crudo, formando parte de una refrescante ensalada o como guarnición en otro plato. Sin embargo, estas hojas verdes funcionan muy bien en cremas calentitas de verduras que, además, son perfectas para los días de invierno. El resultado es una receta sencilla de preparar y muy nutritiva, saludable y ligera. Es perfecta para tomar como primer plato en una comida o cena. Para que la textura de la crema quede perfecta, ni muy líquida ni muy densa, apunta este sencillo truco: justo antes de triturar las verduras, retira un vaso grande de caldo del cazo y, después, tritura. De esta manera puedes ajustar la consistencia a tu gusto, añadiendo caldo a medida que lo necesites hasta tener la textura deseada. Puedes complementar la crema de canónigos con un pescado a la plancha para tener un menú completo y ligero. Esta dorada a la plancha con salsa de lima , este salmón marinado a la plancha o estos calamares a la plancha , son ideales. Trucos para una crema de canónigos perfectos Al comprar los canónigos, elígelos bien frescos, de color verde intenso y brillante, sin hojas marchitas ni amarillentas. Son mejores los de hoja pequeña, tiernos y mucho más aromáticos. Si quieres un extra de cremosidad, añade un poco de mantequilla o un chorrito de nata espesa, quedará buenísima. Sírvela presentada en vasitos y con unos tostones de pan, tendrás de una manera sencilla un rico y saludable aperitivo gourmet.