Este bizcocho de naranja y avellana es una alternativa más saludable a los bizcochos y tartas clásicas. Lleva harina de espelta y de avellana para complementar a la de trigo pero no prescindimos de esta por complemento por la textura que aporta al bizcocho . Aún así, rebajamos bastante su aporte calórico sin renunciar a un sabor delicioso. Las naranjas son las encargadas de darle sabor, al ponerlas enteras junto con la ralladura potenciamos todavía más el sabor y además de introducir un extra de fibra. Verás que entre los ingredientes hemos apuntado aceite de girasol pero lo utilizamos solo para engrasar el molde. En el caso de que uses un molde de silicona no lo necesitarás aunque también puedes usar mantequilla o un aceite de oliva suave para cumplir esta función. La cantidad que usamos es mínima y no va a influir en el sabor del bizcocho. Y hablando del molde, hemos indicado que hay que realizarlo en un molde con forma de corona pero esto es completamente opcional. Puedes usar un molde cuadrado, rectangular, circular... o incluso transformarlo en unas magdalenas . No obstante, en cualquiera de estos casos, vigila el tiempo de cocción porque seguramente varíe. Consejos: Encontrarás la harina de avellana en las secciones de dietética de algunos supermercados grandes. No obstante, la de almendras es más sencilla de encontrar y suele estar en las secciones de repostería. Puedes sustituir una por otra. Si no dieras con ninguna, siempre puedes triturar tú las avellanas (o las almendras) utilizando un robot de cocina potente. No lo hagas con la batidora normal porque podrías estropearla. ¿Te gusta más el limón que la naranja? ¡Cámbialo! Pero agrega menos cantidad para que no amargue tanto. Las mandarinas son también una estupenda opción para hacer este bizcocho.